El organigrama de la Diputación para esta legislatura ofrece algunas lecturas que no deben pasar desapercibidas. Se trata de una composición inteligente y compensada entre lo anterior y lo nuevo por parte de un Javier Moliner que, inevitablemente, mira al futuro. Mantiene a Paco Martínez y a Vicent Aparici en las vicepresidencias e incorpora a Andrés Martínez y Miguel Barrachina. Continuidad y renovación. Sigue Aparici de portavoz pero con Barrachina de adjunto, lo que deja la puerta abierta al segundo para asumir la portavocía si, como está previsto, el primero integra la lista al Senado y se va a Madrid. ¿Y la vicepresidencia que quedará vacante? Apunten el nombre de Mario García. Otra clave es la distribución de áreas, donde se aprecia la evolución que tomará la Diputación y el partido a medio plazo. Cuatro personas de confianza de Moliner para controlar lo más importante: el dinero (Barrachina), el personal (Vicent Sales), el turismo (Andrés Martínez) y el permanente contacto con los alcaldes (García). Además, el propio Moliner asume los convenios con los municipios y el área de comunicación.

A buen entendedor...