Hoy, 30 de junio del 2011, finaliza el plazo que tanto el ministro de Fomento, José Blanco, como la secretaria general de Infraestructuras, Inmaculada Rodríguez-Piñero, marcaron para licitar por segunda vez las obras del AVE Valencia-Castellón. Pero de este nuevo concurso, mediante colaboración público-privada, nada se sabe todavía.

Fuentes del Ministerio no han podido señalar siquiera si el informe de viabilidad económico-financiera que debe aprobar el Ministerio de Economía y Hacienda ha sido aprobado. Y este es un paso previo e imprescindible para la nueva licitación de las obras. No en vano, para que las obras en colaboración público-privada no computen como déficit para el Estado, hay que cumplir unos requisitos muy marcados.

Todo ello se deriva del tijeretazo que sufrió hace poco más de un año Fomento, lo le obligó a replantearse obras. Entre ellas se incluyó el AVE a Castellón, cuyos 11 subtramos ya habían sido licitados. Dos, el Almassora-Castellón y el Sagunto-acceso al puerto de Sagunto, incluso ya habían sido adjudicados en esa fecha.

Junto a las pocas noticias sobre la licitación (en un solo tramo e incluyendo desde la construcción de la plataforma a las comunicaciones, lo que aligeraría la ejecución, como afirmó Rodríguez-Piñero) la ausencia de novedad sobre las expropiaciones, que fueron paralizadas y se tienen que retomar con anterioridad a las obras, tampoco hace prever nada bueno respecto a la línea.

Por si fuera poco, en marzo Blanco señaló que el Ministerio está preparando un proyecto para licitar de forma conjunta el trazado Valencia-Castellón-Tarragona. Esto ha sido visto por la sociedad política y económica de la provincia como un retraso para la línea Valencia-Castellón, aunque desde Fomento han asegurado en varias ocasiones que este tramo se licitaría antes. H