Si la situación financiera de las empresas es complicada, mucho más puede serlo a partir del año que viene, ya que vence el plazo estipulado de devolución del préstamo. No hay que olvidar que muchas empresas refinancieron su deuda en el 2009.

Los empresarios insisten en que no se puede hablar en términos generales, puesto que “cada compañía es un mundo” y cada una tiene “una realidad particular”. Lo que sí es cierto es que, transcurrido ese plazo, la coyuntura económica no ha variado en exceso, lo que ha implica que la rentabilidad del negocio sea limitada. “No porque las empresas no tengan futuro, que lo tienen, sino porque, en este tiempo, apenas ha crecido la demanda, los costes no han dejado de subir y se ha tenido que hacer un importante esfuerzo para afrontar el pago de los despidos”, aspecto este último que en el informe anual que elabora la consultora KPMG ya dejó constancia del peso que había ganado en poco tiempo.

Por eso, los empresarios consideran fundamental que se reactive cuanto antes “el mercado nacional”, controlado por las firmas locales y que supone un negocio muy importante.