Después de cuatro meses de restricción de velocidad en autopistas y autovías vuelve la señalización de 120 kilómetros/hora. Durante toda la tarde y noche de ayer, tanto los operarios de la Conselleria de Infraestructuras como los del Ministerio de Fomento modificaron en la provincia 150 postes. Ambas administraciones gastarán en Castellón unos 20.100 euros, entre material y personal, para volver a pasar del 110 al 120.

La Generalitat gastará 13.600 euros en modificar las pegatinas de sus carreteras: la CV-10, entre la Vilavella y la Pobla Tornesa, y la conexión de este vial con la CV-13, hasta el aeropuerto de Vilanova d’Alcolea. En sus 44 kilómetros de asfalto, la Administración modificará 82 señales, una veintena de postes más que en marzo, cuando aún no estaba completo el vial al aeródromo.

Por su parte, desde la Subdelegación del Gobierno en Castellón anuncian que serán 68 los postes variados en las dos autovías que pertenecen al Estado: la A-7 y la autovía Mudéjar. En total serán unos 6.500 los euros que el Estado gastará en la provincia, otra vez. A estos hay que sumar los cambios que gestionará Aumar en la autopista de peaje AP-7, de su titularidad.

Cada modificación costará unos 50 euros. La misma inversión que se produjo hace cuatro meses cuando el Gobierno cambió la ley para reducir el gasto de combustible. Desde la DGT anuncian que los cambios no perjudicarán la operación salida. H