Animó a tomar la calle para difundir su mensaje y lo hizo con un alto poder de convocatoria. La plataforma del 15-M en Castellón se movilizó ayer, de forma pacífica, para apoyar la reivindicación planetaria Unidos por el cambio global, con unos 3.500 seguidores --según la organización-- y 1.300 --para la Policía Local--.

Como en anteriores protestas, vecinos llegados de asambleas de toda la provincia --podía verse el cartel de Benicàssim-- acudieron a la plaza María Agustina para iniciar desde allí el recorrido, pasadas las seis de la tarde.

Diversos colectivos, como el republicano o la Intersindical Valenciana, habían mostrado su apoyo, así como dirigentes, como la socialista Isabel Escudero, que podían verse entre las personas que apoyaron al movimiento.

ANTISISTEMA // La lucha contra el sistema económico, financiero y político centró los lemas, que se escucharon ayer en más de 70 países --Más información, Pág. 60-62--. En la capital, bocinas y megáfonos ayudaron a animar a adherirse a los viandantes y a los castellonenses que se asomaban a los balcones. El manifiesto se leyó en diversos puntos del recorrido, con sentadas de los participantes en la calzada. Y, durante el camino, los distintos lemas, en pancartas y coreados: Capital, verdugo mundial; Pren el carrer; World Revolution, De norte a sur, de este a oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste; Banqueros a la cárcel, políticos al paro; Hace falta ya, una huelga general. Representantes de la comisión de comunicación del 15-M de Castellón explicaron que su objetivo es “sumarse a la protesta mundial, y dar a conocer las propuestas surgidas desde la provincia”. Pese a reconocer que no se podrá llevar a cabo la acampada, al no haber recibido autorización, sí indicaron que continuarán con talleres, asambleas y comisiones, aunque no prevén otra manifestación antes del 20-N.

“El movimiento 15-M ha pasado a ser global. Exigimos que todos los gobiernos del mundo reconozcan la igualdad de derechos de las personas”, reseñaron. Para el colectivo, es clave “reclamar una soberanía cultural que respete y proteja las identidades culturales de los pueblos en un mundo global y multicultural, que no atente contra los derechos humanos ni los seres vivos del planeta”. Sanidad y enseñanza pública gratuitas, empleo digno, acceso a la vivienda y rechazo a los abusos hipotecarios son otros pilares del trabajo de los indignados por Castellón. H