Un octubre inusualmente cálido es la herencia que nos ha dejado un septiembre más soleado aún. Castellón está a punto de batir el récord de calor en cuanto a octubres se refiere, registrando una media de entre 22 y 23 grados centígrados de máximas, y 17 y 18 de mínimas, y con apenas 15 litros por metro cuadrado de lluvia durante este octubre.

Una circunstancia que están aprovechando numerosos turistas y castellonenses para disfrutar de unos días más de playa, con unas temperaturas en el agua que no son nada normales: dos grados por encima de la media habitual, alcanzando los 25º, según explicó ayer el experto en Meteorología y Clima, José Quereda.

“Se ha producido una acumulación de energía al final del verano que aún no ha tenido mecanismos de ajuste, y se ha formado una cúpula anticiclónica con una dilatación del aire superior”, manifestó Quereda. Quien apuntó, además, que “las temperaturas irán subiendo de forma progresiva, pero lo más preocupante no es el calor, sino que no llueve”, con los problemas que están teniendo algunos pueblos de interior.

Respecto a la posibilidad de gota fría, Quereda apuntó que deberían darse dos factores: Un mar cálido (que ya lo tenemos) e irrumpir una masa de aire polar (que no ha sucedido). H