--ETA dio, según la valoración que usted hizo, un “paso muy importante” con el anuncio del cese definitivo de la violencia. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

-Bueno, yo creo que hemos llegado hasta aquí, en primer lugar, por el aguante de la sociedad española, que ha tenido que soportar durante décadas la amenaza contra la vida, la libertad y los derechos de muchas de sus personas. Para mí ha sido decisivo el aguante de la sociedad española y la confianza en la ley y en el Estado de derecho. En segundo lugar, por la eficacia de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que a lo largo de muchos años han conseguido poner a ETA en una posición cada vez más difícil. En tercer lugar, también por el trabajo de muchos gobiernos, a lo largo de mucho tiempo, y de muchos representantes políticos de los ciudadanos. También por la actuación de los jueces y fiscales. Y, por supuesto, por la referencia que constantemente han sido en la lucha contra el terrorismo las víctimas del terrorismo.

--En el proceso de paz del 2006, se quejó de no haber sido informado por el presidente Zapatero. ¿Ha fluido la información ahora?

-Bueno, en esta legislatura el terrorismo no ha constituido objeto de debate político en las Cortes, fundamentalmente por una razón: porque yo creía que las cosas se estaban haciendo mejor. Ya se había roto una negociación política que no conducía a ninguna parte, como desgraciadamente quedó demostrado. Un estado no puede negociar con un grupo terrorista de ninguna manera. Ha habido un mayor entendimiento en esta legislatura y sí, ha habido más información, la que el Gobierno ha considerado que debía darnos en cada momento.

--Curiosamente, la primera entrevista que concedió tras el atentado de la T-4, que dinamitó la anterior tregua, fue también con el Periódico. Decía entonces: “Zapatero dejó creer a ETA que obtendría un pago político”. Entiendo que esto es lo que ha cambiado desde entonces...

-Sí, yo creo que fundamentalmente ETA lo que ha hecho es rendirse. La banda ha sido muy debilitada y adquirió la conciencia de que la sociedad española de ninguna manera iba a aceptar el pago de un precio político por matar o dejar de hacerlo. Eso es lo más significativo de lo que ha ocurrido, y por eso ha anunciado que cesa definitivamente de matar, chantajear y extorsionar.

--A su juicio, ¿ha existido alguna continuidad entre el proceso de diálogo Gobierno-ETA celebrado en el 2006 y el que ha desembocado en el último comunicado?

-No, en mi opinión. Yo creo que aquí ha triunfado el no negociar, el dejar claro que no se estaba dispuesto a pagar ningún precio, la eficacia de las fuerzas y cuerpos de seguridad el Estado y el apoyo de toda la sociedad a una política basada en principios, valores y que, además, se ha demostrado que es la más eficaz. La tranquilidad total no la tendremos hasta que se produzca la disolución irreversible de esta organización.

--Hay voces en su partido, como las de Jaime Mayor Oreja o Carlos Iturgaiz, que denuncian que ha habido contrapartidas y atribuyen el comunicado etarra a una negociación entre el Gobierno y la banda. Entiendo que no comparte esa tesis.

-A mí no me consta. Desde luego, si el PP gana las próximas elecciones generales y tiene la responsabilidad de gobernar, no me consta que tenga que pagar ningún precio por el cese de la violencia. Y, en todo caso, ya le adelanto que no estoy dispuesto a hacerlo.

--Ahora, ¿atenderá el PP la invitación del lehendakari Patxi López, que acaba de anunciar el inicio de una ronda de consultas políticas que incluye a Bildu?

-Estamos apoyando al gobierno vasco y eso lo tienen que decidir mis compañeros del País Vasco, pero en principio hablamos con todo el mundo. Estamos apoyando al lehendakari y no sabemos qué es lo que nos planteará.

--¿El cese de ETA convierte a Bildu en interlocutor político?

-Bueno, nosotros en su día apoyamos al gobierno para que Bildu no pudiera presentarse a las elecciones municipales, y el Tribunal Supremo nos dio la razón, sentenció que no podía presentarse a los comicios. De momento ETA sigue siendo una organización terrorista que ha anunciado que deja de matar, pero no ha anunciado su disolución. Es decir, tendremos que ver cómo se producen los acontecimientos, pero Bildu para nosotros --también para el Tribunal Supremo y para el Gobierno, que impugnó sus candidaturas-- sigue siendo el brazo político de una organización terrorista.

--¿El Gobierno y la fiscalía deberían, en su opinión, impedir la legalización de Sortu? ¿Tendrían que recurrir también la concurrencia de Amaiur al 20-N?

-Creo que el Gobierno y la fiscalía tienen la obligación de recopilar los datos que sean necesarios y, a la vista de ellos, si creen que existe una conexión de estas formaciones con ETA, que es demostrable, deben acudir a los tribunales.

--El viernes, el portavoz del Gobierno, José Blanco, anunció que el actual Gobierno no tomará ninguna decisión en este terreno, el diálogo sobre las “consecuencias del conflicto” que demanda la banda en su comunicado. Si usted gobierna tras el 20-N, ¿cómo gestionará el nuevo escenario?

-Mire, ETA ha anunciado el cese definitivo de las armas, no ha puesto ninguna condición, no hay ningún compromiso por parte de nadie. Yo desde luego, no lo tengo, y si alguien lo tuviera, que no lo creo porque se me hubiera informado, desde luego a mí no me incumbe. Lo único que quiero decir es que a partir de ahora tendremos que trabajar unidos.

--¿El movimiento que cabe esperar ahora, o que esperaría usted, sería la entrega de las armas y la disolución formal?

-Es un paso muy importante el que se dio el jueves, pero insisto: la tranquilidad total de los españoles solo se producirá cuando se materialice la disolución irreversible de la organización.

--El comunicado pide un diálogo sobre las “consecuencias del conflicto”, se entiende que es sobre los presos. ¿Entablaría un gobierno del PP ese diálogo?

--En ningún caso el Gobierno, si yo lo presido, va a tener ningún diálogo con una organización terrorista sobre nada, aunque haya abandonado la violencia. Con ETA no hay nada que hablar. En el País Vasco no ha existido ningún conflicto político; lo que ha habido es una banda criminal que ha querido imponer por la fuerza sus tesis y que ha sido vencida por la sociedad española.

--No está claro si eso significa que durante este proceso los terroristas no serán aproximados a cárceles del País Vasco.

-En este proceso creo que lo único que hay que hacer es utilizar los instrumentos de los que nos hemos dotado. A los terroristas hay que aplicarles la ley y punto.