El Ayuntamiento de Castellón se adherirá a la Central de Compras impulsada por la Diputación. Pero será en el pleno municipal del próximo 25 de noviembre, no en el celebrado ayer. Así lo anunció el alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, segundos antes de levantar la sesión a preguntas del portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, que le había recordado la utilidad de ese nueva herramienta “para aligerar la carga administrativa de los ayuntamientos y, gracias a la economía de escala, conseguir mejores precios”.

La Diputación contratará determinados servicios y productos a través de la Central de Compras, los publicará en su página web y cada Ayuntamiento gozará de libertad para adherirse de forma gratuita a esos contratos. El objetivo es que los municipios se ahorren los cuatro meses de la tramitación ordinaria y abaraten costes al asumir la Diputación esa contratación a una mayor escala.

En el pleno se visualizó una vez más el aislamiento de Juan María Calles, relegado al último escaño del PSPV, en la segunda fila, porque así lo dicta el reglamento al renunciar a ser alcalde en favor de Amparo Marco en el pleno de investidura de Bataller. Calles está enfrentado al resto de ediles a excepción de Mario Edo.

BONIFICAR LAS PLUSVALÍAS // Sin dejar la parcela económica, el pleno rechazó con los únicos votos del PP una moción de EU para ampliar al 60% durante los dos primeros años la bonificación del 40% del impuesto sobre plusvalías que se aprobó en septiembre --el porcentaje mínimo permitido por ley tras la revisión catastral--.

El teniente de alcalde de Hacienda, Juan José Pérez Macián, esgrimió que el problema no estriba en que el tributo sea elevado sino en el lastre inmobiliario. “Hay más de 20.000 viviendas nuevas sin vender más las de los particulares por el agobio económico”. El edil del PSPV Javier Peris acusó al ejecutivo local de incrementar la presión fiscal en 2011 y 2012 un 12,5% y de no ayudar a las familias que “en época de crisis no tienen más remedio que vender” ante la actitud rapaz de “los especuladores”. La portavoz adjunta del Bloc, Ali Brancal, acusó al PP de lastrar las economías modestas con la bonificación mínima mientras la portavoz de EU, Carmen Carreras, justificó su moción en que vender el piso “es una necesidad angustiosa para muchas familias que no pueden pagar por la crisis y afrontan un gravamen injusto”.

También en clave económica, el PP aprobó con el apoyo del Bloc la primera modificación de créditos del presupuesto del Patronato Municipal de Turismo que asigna 193.986 euros de remanentes --dinero sobrante-- a gasto corriente. Patricia Puerta (PSPV) y Carmen Carreras (EU) denunciaron el “mal uso” y el “oscurantismo” del PP al no concretar el destino de ese dinero y dejar las contrataciones en manos de la presidenta del patronato, Marta Gallén.

El titular de Hacienda, José Masip, defendió que el dinero se destina a editar nuevas guías y planos turísticos, a difundir la Internacionalidad de la Magdalena y a reparaciones. “No puedo prever que un vándalo rompa una caseta de turismo o destroce seis váteres y ocho lavabos, como ha sucedido”, justificó. Enric Nomdedéu avaló su voto favorable en que el gasto “en esta ocasión sí está justificado y la modificación no llega al 1% del presupuesto”.

Los populares también tumbaron una moción del PSPV para celebrar una cumbre metropolitana sobre el TRAM tras el anuncio del Consell de aplazar al año 2015 su extensión a Benicàssim, Vila-real, Burriana y Almassora. “Castellón lleva hibernando con el PP desde 1995” en inversiones, afirmó su portavoz, Amparo Marco. El popular Miguel Ángel Mulet defendió que las obras del TRAM “son ya una realidad”. H