La ilusión no entiende de monturas y, aunque lo habitual es que Papá Noel viaje a bordo de un trineo tirado por renos, desde hace once años los miembros del Club Castellón Chapter de Harley Davidson acercan a los pequeños más necesitados la magia de la Navidad. En esta ocasión, el Toy Run (denominación de este acto solidario) se celebró en el Parque Meridiano, en colaboración con la AAVV.

Los potentes motores de un centenar de motos arrancaron a las 16.30 desde la sede del club, en la calle Sierra Irta. Desde allí, la Policía Local escoltó a la comitiva, entre la que se encontraba el miembro más importante: Santa Claus, Papá Noel o San Nicolás, en esta ocasión encarnado por José Miró, apasionado de las Harley y a la sazón presidente del Gremi de Forners de Castelló.

La expectación y la emoción a la llegada de los motoristas al Parque Meridiano estaba repartida a partes iguales, tanto entre los niños entusiasmados, como entre los pilotos, que llevan meses preparándo la Toy Run, según explicó a Mediterráneo el director del Chapter, Ernesto Tarragón.

Más de doscientos niños de esta zona castellonense accedieron a la tarima instalada por la asociación de vecinos para recibir con una sonrisa en los labios el juguete correspondiente. Un reparto de alegría que se prolongó hasta entradas las 18.00 horas y que fue todo un espectáculo en el que la aparente dureza de estas potentes motocicletas quedó atemperada por la inocencia infantil. H