La Conselleria de Educación de la Generalitat trabaja en estos momentos en la elaboración de un plan de choque contra el fracaso escolar. La razón estriba en que el 29,2% de los jóvenes de entre 18 y 24 años de Castellón, al igual que en Valencia y Alicante, no ha terminado la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y, además, no sigue ningún tipo de educación o formación, según los datos de abandono escolar prematuro que incluye el último informe del Ministerio de Educación, relativo al año 2010. Son muchos, uno de cada tres de los 44.034 ciudadanos de esa edad que el Instituto Nacional de Estadística (INE) atribuye a esta provincia.

Sin embargo, pese a lo elevado de la tasa --1,4 puntos por encima de la media nacional, el doble que la europea (15%) y a tres puntos del triple en otras zonas del Estado, como País Vasco (12,6%)--, la proporción de fracaso escolar se ha reducido en Castellón en más de ocho puntos desde que hace apenas dos años el porcentaje de abandono prematuro superara aquí el 37% del total. La principal causa de la evolución a la baja se centra todavía en la profunda y prolongada crisis económica que ha seguido en la provincia a una larga etapa de lo que se conoce como pleno empleo. En este sentido, la responsable de Educación de CCOO en Castellón, Xelo Valls, indica que “si el número es descendente, es una buena noticia, pero la causa es que son muchos los que dejaron la escuela hace unos años por la facilidad que había para encontrar trabajo y ahora no existe apenas esa posibilidad, por lo que algunos vuelven al aula y otros no abandonan los estudios, pero es preocupante que las tasas son muy altas aún”.

Su homónimo en UGT, Laureà Puig, abunda en esta lectura al señalar que “los índices de abandono escolar han bajado por la crisis, pero estamos todavía a años luz del objetivo de llegar al 10% que estableció la Cumbre de Lisboa para el año 2010”.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Directores de Centros de Secundaria de la Provincia, José Martí, quien coincide con la explicación de la evolución que hacen los representantes sindicales, explica que “la proporción de fracaso no es tan elevada como antes, pero fundamentalmente porque no hay expectativas de encontrar trabajo y los jóvenes permanecen en las aulas”.

Desde el punto de vista de Martí, “los temas de fondo que causan el problema siguen ahí, aunque hay algunas medidas de las que se han tomado, como los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI), una decisión en la que cabe profundizar porque está dando buenos resultados”. Esta es una opinión que también expresa el responsable de Educación de UGT, Laureà Puig.