Más de 11.200 kilos de naranjas es lo que los agricultores de la capital de la Plana lograron vender ayer en el Mercat de la taronja, que congrega cada domingo a cientos de compradores con ganas de adquirir cítricos recién cogidos del árbol. Ayer fue jornada de récord de ventas, un hito que se produce justo cuando los precios tocan fondo y suponen ya el mínimo histórico (el citricultor vende al intermediario el kilo de naranjas a 0,12 euros). De este modo, la iniciativa de agricultores y Ayuntamiento de Castellón volvió a demostrarse como un acierto para ayudar a la economía de los productores, que ven cómo la cotización de sus productos cuadruplica al que se está pagando a pie de campo a un comercio privado. Además, la jornada de ayer fue especial, gracias a la colaboración del Gremi de Forners, que dio a degustar la coca de naranja, una versión de la coca de Castellón, pero elaborada con el zumo de esta fruta. En total, repartieron 1.500 porciones.

Fue el alcalde, Alfonso Bataller, quien acudió hasta la plaza Fadrell para potenciar el consumo de naranjas de la tierra y apoyar a los agricultores. Le acompañó el edil de Agricultura, Gonzalo Romero, además de José Miró, presidente del Gremi de Forners de Castelló; José Ruiz, del Mercat de la taronja; y de Néstor Pascual, presidente de Fepac-Asaja, entre otros.

Bataller resaltó que esta iniciativa favorece a productores y consumidores, y evita el abandono de los campos. Destacar que estas Navidades los cítricos tienen descuento: 4 kilos por 2 euros.