Las uvas contadas, los euros también. Hoteles, restaurantes y salas de fiesta de Castellón llenarán está Nochevieja, y lo harán a costa de bajar los precios hasta la mínima expresión. La crisis ha finiquitado algunas costumbres y parece que despedir el año con una cena de 150 euros ha pasado a mejor vida. O al menos es ya una opción minoritaria. El grueso de restaurantes y salas de fiesta han recortado gastos y ofrecen menús y cotillones a precios de hace diez años. Los locales de la provincia no quieren perder clientes y por poco más de 60 euros existen en la provincia infinidad de posibilidades para despedir el año sin necesidad de quedarse en casa.

Las perspectivas para este año son positivas. Y en eso los precios han tenido mucho que ver. “Las reservas van bastante bien y la clave está en que el sector ha rea-justado mucho los precios y ha tirado más que nunca de la imaginación”, dice Agustín Platillero, responsable del área de Restauración de la patronal Ashotur.

Para el sector, la clave, este año más que nunca, está en el coste de los menús. Cuanto más bajo, mejor. Y un buen ejemplo son los dos salones del Complejo San Lázaro, que llevan semanas con todas las plazas reservadas. “Entre las dos salas serviremos la cena de fin de año a más de 1.500 personas. Está todo a tope y la razón principal es, sin duda, la rebaja en los precios. Ofrecemos un menú y fiesta fin de año por 50 euros. En el año 2000, el menú costaba 130 euros, aunque lógicamente los platos no eran los mismos. No obstante, se ha hecho un esfuerzo enorme por mantener la calidad”, describe José Luis Selma, gerente de la empresa que cuenta con salones en Cabanes y Almassora.

LOS SUELDOS, A LA MITAD

Los empresarios han bajado precios obligados por las circunstancias, pero les ha sido menos difícil porque orquestas y camareros cobran ahora la mitad que hace unos años. Un conjunto musical que antes costaba 5.000 euros ahora vale 2.500, y las retribuciones de los camareros han pasado de los 300 euros la noche a los 150 de ahora. “Todo el mundo se ha ajustado y eso nos permite poder lanzar precios tan competitivos”, reconocen en los locales.

Pero, aunque los menús de entre 50 y 80 euros son mayoritarios, hay posibilidades para todos los gustos y, sobre todo, para todos los bolsillos. Marina d’Or ofrece paquetes para pasar el fin de año a partir de 125 euros, y apenas quedan plazas libres. “Ahí se incluye la cena y el cotillón en uno de nuestros hoteles y la estancia en un apartamento”, describen desde la Ciudad de Vacaciones.

Para los que opten por quedarse en casa, una opción que gana enteros con los años es encargar la cena. Las empresas de cátering y los restaurantes ofrecen cada vez menús más personalizados y se adaptan a cualquier petición. “Hacemos de todo, desde platos individuales a menús completos que incluyen el cotillón. También nos desplazamos a municipios como Orpesa o Torreblanca”, explica Xavier Ibánez, responsable de Catering-Pastelería Esther.

Y después de cenar, una buena opción es salir de fiesta. Este año, y según la asociación de empresarios de salas de fiesta y discotecas de la Comunitat, existen ofertas muy variadas “a precios muy competitivos”, que oscilan desde los 12 hasta los 85 euros. “Hay una disminución de las barras libres y la estrategia es ofrecer consumiciones”, resalta su portavoz, Juanjo Carbonell.