El segundo Consejo de Ministros de la legislatura traerá consigo hoy, previsiblemente, entre otras medidas de ajuste, la congelación del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 8.979,70 euros anuales, incluidas las pagas extra, apenas un 1,5% más que en el 2010.

Esta decisión implicará el estancamiento en el próximo año de las rentas del trabajo de los 96.300 castellonenses que perciben sueldos iguales o inferiores al SMI, según el último informe emitido por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Esta cifra engloba a quienes declaran ingresos fruto del trabajo por cuenta ajena, tanto a tiempo completo, como parcial o, incluso, de contratos puntuales de días, semanas o meses.

En todo caso, es un colectivo que, según la estimación de los sindicatos mayoritarios, verá mermado su poder adquisitivo, ya bastante maltrecho, en torno a un 2% en el 2012, teniendo en cuenta, además, que es la primera vez en la historia del SMI que su cuantía no sube, tal y como explica el secretario general de UGT en Castellón, Tino Calero.

generalización // Calero critica con dureza la medida, entre otras razones porque estima que “es innecesaria, porque el salario mínimo no es, desde el 2004, un valor de referencia que pueda influir en los Presupuestos”.

El responsable sindical interpreta, por tanto, que “se trata de una medida con la que el Gobierno pretende trasladar a la sociedad el mensaje de que el 2012 sea, no ya un año de moderación salarial, sino que vayamos directamente a la congelación de todos los sueldos, un planteamiento que se sitúa en línea con los que pone sobre la mesa la patronal, por lo que no es una decisión tanto de calado económico, como ideológico”.

Señala también que “podemos entender que se llegue incluso a plantear medidas de reducción salarial en sectores concretos y en empresas determinadas, que pasen por una situación especialmente difícil, en un momento de grave crisis como la actual, pero en ningún caso es aceptable la generalización, que entiendo que será muy perjudicial”.

Tino Calero muestra su preocupación porque “congelar el SMI implica disminuir el poder de compra de quienes lo perciben y, de este modo, difícilmente se logrará incentivar el consumo, que es algo necesario para que las empresas puedan trabajar y, como consecuencia, generar empleo”.

El secretario general de UGT en Castellón recuerda además que la medida del Gobierno afecta a un colectivo que, independientemente de su número, “cuenta con un nivel de rentas que ya es muy limitado y son los trabajadores que menos perciben”. H