Fin al boom de la inmigración en Castellón. La cifra de empadronados de origen extranjero cae en la provincia y, por primera vez en 15 años, el saldo de la población de otros países censada en Castellón es negativo, con 863 personas menos que en el 2010, según datos de Padrón del 2011 publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. Castellón acoge a 111.402 foráneos frente a los 112.265 del 2010, año en que la inmigración tocó techo en la provincia. A nivel global, la provincia suma 604.344 habitantes --solo 70 más que el año anterior--. De ellos, un 18,4% es foráneo, por encima de la media autonómica, que es del 17,2%.

El conseller de Bienestar Social, Jorge Cabré, explica que “el descenso global de la población extranjera e inmigrante tiene lugar tras los datos del pasado año, que registró la mayor población inmigrante de la historia de la Comunitat. Es la primera vez desde 1996, por tanto, que se rompe una trayectoria ascendente que se ha dado año tras año”. Lo explica Javier Soriano, profesor de Geografía Humana de la UJI: “La crisis ha borrado el sueño español y el trabajo para todos ya no es tal, y las perspectivas no son buenas, con lo que hay quien se marcha a otras provincias, pero sobre todo a otros países, para buscarse el pan”. “Mientras hace tres o cuatro años el boca a boca decía que aquí estaba la panacea del trabajo, ahora dice no vengáis, que la cosa está mal”, apunta.

CRECIMIENTO // El crecimiento ha sido progresivo. Los foráneos se han multiplicado por 20 respecto al padrón de 1996, cuando eran 6.842. En el 2000 pasaron a ser 10.326, en el 2002 fueron 30.818, en el 2005, hasta 65.638. El primer año en que se supera la barrera de los 100.000 es en 2008, en que se computaron 106.125. Y de ahí a los 112.265 del 2010, que supone el techo. El panorama es totalmente distinto ahora: “La crisis lo ha parado todo. El flujo migratorio también. Es muy significativo que hayamos pasado de un crecimiento interanual de 17.904 nouvinguts empadronados entre 2007-08, a

-863 en tres años”, explica Soriano. En toda la Comunitat, el total cae en 13.000 personas.

El conseller explicó ayer viernes que “hay una definitiva europeización de la inmigración, sobre todo rumanos en Castellón y británicos en Alicante”. De hecho, la comunidad rumana es el 50,3% de los extranjeros en Castellón --56.089--, muy por encima de marroquís, con 18.220; y colombianos, con 4.095 en total.

MÁS COMUNITARIOS // El Observatorio Valenciano de la Inmigración apunta a que los extranjeros comunitarios han aumentado

un 0,5% en Castellón, el doble de la media autonómica, del 0,24%. Igualmente, los asiáticos continúan sumando empadronados, un 11% más. Por contra, se pierde población suramericana

--1.264 menos--, muy por encima de africanos --52-- y europeos no comunitarios --50--. Hay más rumanos, rusos y chinos, pero menos colombianos, brasileños y ecuatorianos. También pesan en la balanza negativa argentinos, marroquís o turcos, y de los países del Este como Bosnia o Moldavia.

NUEVOS FLUJOS // “Existe una nueva Centroeuropa, que está en mejor lugar frente a la crisis que España, y hacia allí se dirige ahora el flujo de profesionales o de personas en busca de trabajo, como pueden ser Alemania, República Checa y Rusia”, incide el profesor de la Jaume I.

Con todo, la Comunitat Valenciana es la tercera autonomía con mayor índice de población extranjera, solo por detrás de Cataluña y Madrid, recibiendo un total de 880.792 extranjeros. H