En los dos últimos años, la crisis económica ha disparado el interés por encontrar un empleo estable en la administración. Un interés que choca con el recorte de plazas públicas que salen a concurso como consecuencia de las medidas de austeridad en las administraciones públicas. De ahí que las convocatorias de empleo público logren atraer a opositores de media España. Es el caso de las casi 3.000 personas que se presentaron en mayo del año pasado a cubrir alguna de las 24 plazas de auxiliar administrativo que convocó la Diputación Provincial de Castellón. Ante la cantidad de aspirantes inscritos --2.925-- hubo que habilitar dos recintos: la Pérgola y el Palau de la Festa. También multitudinaria fue la convocatoria para optar a nueve plazas de celador funcionario y cuatro de celador laboral, para las que se presentaron 2.748 instancias en marzo del año 2010 y que se celebró en la Universitat Jaume I.