--El Gobierno ha fijado para este 2012 un déficit del 1,5% para las comunidades autónomas. ¿Supone eso nuevos ajustes en la Comunitat Valenciana? ¿De cuánto estaríamos hablando?

--Gran parte de nuestros deberes para cumplir con los objetivos de déficit ya están ejecutándose. Por ejemplo, el decreto del pasado mes de enero y las medidas de sanidad prevén un ahorro superior a los mil millones. Además, estamos reestructurando el sector público empresarial para pasar de 46 empresas a seis entes sectoriales o holdings, mediante un proceso que pasa por fusiones, ventas y liquidaciones. Se está poniendo en marcha una central de compras para toda la administración. El proceso de ajuste es continuo y nos ayudará, además de a reducir el déficit, a crear una nueva administración más sostenible y eficiente.

--Usted dijo que la Generalitat no descartaba implantar tasas específicas para poder cumplir ese objetivo de déficit. ¿Puede especificar a qué tasas se refería?

--Me refería a tasas específicas y concretas que podrían acompañar a las iniciativas puestas en marcha en materia de eficiencia y ahorro. Se trataría, por ejemplo, como la tasa que ha puesto la Conselleria de Sanidad por pérdida o extravío de la tarjeta SIP. Lo que tiene que quedar claro, insisto, es que gran parte del trabajo para combatir el déficit está ejecutándose y que no afecta a la calidad en la prestación de servicios sanitarios ni educativos. No se han cerrado colegios ni ambulatorios ni hay despidos de profesores ni de personal sanitario.

--La sanidad se ha convertido en el gran problema de las comunidades autónomas, acuciadas por las deudas, por el alto coste que supone mantenerla. ¿Requiere cambios? ¿Cuáles?

--Es evidente que el sistema sanitario, tal y como está planteado, es muy complicado de sostener. Es público y notorio que la sanidad valenciana arrastra una deuda de financiación por parte del Estado que se ha ido acumulando con los años. Solo una financiación adecuada a los costes reales del funcionamiento del sistema sanitario puede garantizar su sostenibilidad. En lo referente al aspecto asistencial, nuestro objetivo es transformar la administración sanitaria manteniendo los estándares de calidad. Por poner un ejemplo, la mayor esperanza de vida conlleva que haya más enfermos crónicos. Por tanto, hemos de buscar nuevos modelos de asistencia, más enfocados al tratamiento de enfermedades crónicas fuera de los centros sanitarios, que el paciente pueda hacer su vida, controlado por el médico, pero sin estar presencialmente en el hospital.

--¿Vamos inevitablemente hacia un copago para equilibrar la balanza de gastos e ingresos?

--En estos momentos, el Consell no contempla el copago en sanidad. No es el mejor método para evitar las asistencias innecesarias ni para obtener fondos que ayuden a sustentarla. Hay muchas medidas antes que el copago.

--¿Qué medidas?

--Le pongo un ejemplo: contención del gasto farmacéutico. Con datos cerrados del año 2011, el gasto farmacéutico en la Comunitat fue de 2.006 millones de euros, lo que ha supuesto una reducción de un 5% respecto al 2010. Es decir, en un año, hemos ahorrado 102 millones de euros en el gasto generado a través de receta médica oficial y de los consumos farmacéuticos hospitalarios. Para que se haga una idea de la magnitud de esta cifra, el ahorro obtenido equivale a la construcción de 40 colegios.

--Otra medida de ajuste sería la ley que preparan de Participación y Colaboración Institucional que establece, en síntesis, que patronal y sindicatos recibirán el 30% de las ayudas y el 70% restante en función de los resultados a la hora de crear empleo.

--Nuestra finalidad no es la de imponer nada, sino de trabajar conjuntamente con todos los implicados. Debemos ser conscientes de que hay que sacar el máximo rendimiento a las inversiones públicas. Lo fácil hubiese sido no hacer nada pero es evidente que las tasas de desempleo nos obligan a todos a hacer cosas diferentes. La ley consagra el principio de recursos por resultados. Las ayudas se concederán en régimen de competencia. No inventamos nada que la Unión Europea, por ejemplo, no lleve haciendo desde hace años. Sin ir más lejos, aquí, en la Comunitat Valenciana, se diseñó un plan plurianual de financiación universitaria que consolidaba este sistema: que los campus reciban una parte de su financiación en función de los resultados obtenidos en materia de investigación o creación de empresas de base tecnológica.

--Ha mencionado usted el desempleo. En febrero se volvió, en Castellón, a las peores cifras de la crisis. ¿Qué medidas prevé el Consell para parar esta sangría?

--Estas cifras son consecuencia de una nefasta política laboral llevada a cabo desde el anterior Gobierno central.