Cientos de castellonenses dieron ayer su último adiós al capellán del Hospital Provincial, Manuel Carceller, en una ceremonia religiosa que tuvo lugar en la iglesia de la Trinidad de la capital de la Plana y que estuvo presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe Castellón, Casimiro López, y a la que han asistido numerosas autoridades locales y provinciales. El obispo ha manifestado en su sermón que el capellán era el “alma” del hospital y ha destacado su generosidad y entrega a los demás, principalmente a los enfermos del centro, donde ha prestado servicio durante sus últimos 41 años de vida. Hombre ejemplar, buena persona y un referente en la humanización del Hospital, era también el responsable del tradicional belén. H