El Ayuntamiento de Castellón aprobó el pasado viernes su Plan de Ajuste Financiero, requisito imprescindible con el fin de que el Gobierno central dé luz verde al pago de las facturas a proveedores que, en el caso de la capital de la Plana asciende a 46,7 millones de euros. Una cantidad que obedece a que el consistorio, durante mucho tiempo, ha tenido que correr con multitud de gastos que no le corresponden, alrededor del 33% del presupuesto municipal, para dar respuesta rápida y eficaz a nuestros vecinos, según manifestó el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Mulet.