Pendientes de la meteorología. El sector turístico castellonense, tanto el de costa como el de interior están esta semana observando el cielo ante unas perspectivas no demasiado buenas que pueden parar la llegada de visitantes a la provincia esta Semana Santa, pues, según la gerente del Patronato Provincial de Turismo, Virginia Ochoa, “muchos turistas potenciales eligen destino a última hora, y este es un factor muy importante”. Ochoa apunta, además, a que, “este año, las fechas caen a principio de mes, con lo que es ahora cuando muchos se planifican acorde a su presupuesto, y se intensifican las reservas de última hora, que siempre son vitales para el sector”.

Ayer mismo, muchos hoteles de los principales puntos turísticos de la provincia, desde Peñíscola a Orpesa y Benicàssim, o Alcossebre y Morella notaban ya la llegada de visitantes. Carlos Gomis, presidente de la patronal turística Ashotur apuntó que “es un perfil de turista principalmente familiar, de proximidad, básicamente de la Comunitat, sur de Cataluña y Madrid, y que gasta lo justo”. “En la mayoría de los casos, la media de estancia es de tres días, la mitad de la semana que se cogía mucha gente hace unos años. La ciudadanía sale, pero según sus posibilidades, pasa la noche en un hotel, en un cámping o solo va a comer”.

El vicepresidente provincial de Turismo y alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, explicó que “se han intensificado las campañas de promoción para captar ese público de proximidad, incentivando la oferta complementaria con gastronomía o rutas, y apostando fuerte por el tema on line”.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que, después de las altas temperaturas de hoy, que llegarán a 24º en Peñíscola, Benicarló y Alcossebre, o a 23º en Castellón, Benicàssim o Moncofa, bajarán a 19º y 16º progresivamente esta semana, en la que se esperan chubascos débiles e intermitentes con una nubosidad persistente que puede descargar ya el martes de manera generalizada en toda la provincia. H