La ruinosa temporada citrícola tiene varios perjudicados en la provincia. Los primeros los agricultores, que recibirán ingresos muy escasos por su fruta... si es que los perciben. Otras damnificadas son las cooperativas citrícolas, que han sufrido “una campaña durísima, la más dura en los últimos 30 años”, en palabras del gerente de Agroal (les Alqueries), Rafa Capella. También el presidente de la asociación provincial, Vicent Canós, señala que, tras “4 años de penurias, este ha reventado”.

Esto hará que muchas de las cooperativas que existen en la provincia --se han perdido “seis o siete”, según Canós, en los últimos años-- no puedan repartir dividendos entre los productores, sobre todo los de clemenules, ahora que llega el momento. Desde Sonex 1 (Nules) señalan que “no podremos liquidar” en la variedad estrella en la provincia y en Agroal y Sonex 5 (Nules) no niegan esta posibilidad, aunque tienen que cerrar las cuentas. En Bicoca (Nules), esperan poder pagar, “pero no sabemos cuánto”. En Real Export (Vila-real), Nulexport (Nules) o Narvill (la Vilavella), también están pendientes de cuadrar los números.

En todo caso, las liquidaciones de clemenules estarán en torno a “los seis céntimos, de ahí para abajo”, asegura el responsable de cítricos de la Unió, José Ramón Urbán. Un desastre para los agricultores, a quienes su cultivo cuesta 24 céntimos por kilo.

Y ello por no hablar de problemas como los de San Alfonso (Betxí), que, con un desfase financiero, no ha pagado a socios y clientes, aunque espera afrontar sus deudas. También Mercocámara, en Amposta (Tarragona), en preconcurso de acreedores, espera pagar a sus clientes del norte de Castellón. En la provincia, otras firmas han iniciado este proceso y deberán esperar.

Desde todas ellas coinciden en que la campaña les ha dejado en una situación delicada. H