El II plan de depuración de la Diputación de Castellón garantizará el suministro de agua potable a 47 municipios de la provincia, que se suman a las 58 llevadas a cabo en la provincia en una primera fase. “Es prioritario en mi acción de gobierno que el acceso al agua deje de ser un problema en esta provincia y que todos los ciudadanos, vivan donde vivan, disfruten de este derecho”. Así lo anunció ayer viernes el presidente provincial, Javier Moliner, en la visita a la obra de la depuradora de Els Rosildos, que se inaugurará antes del verano.

A raíz de este segundo plan, hasta hoy, 30 localidades ya disponen de nuevas depuradoras de aguas residuales o ampliaciones en las existentes, mientras que cinco están en ejecución y otras 12 pendientes. El presupuesto total de esta nueva fase es de 17 millones, financiado al 40% por la Diputación, y el resto, por la Generalitat. La institución provincial asume redactar el proyecto, el contrato y la dirección de obra de la Oficina Técnica, evitando así los costes a los ayuntamientos.

CONTRA LOS VERTIDOS // El convenio busca resolver los problemas de vertidos de las localidades menores de 5.000 habitantes. Moliner ve clave que la competencia del ciclo integral del agua sea de las diputaciones, como defendió en el foro de municipios. H