Una de las cargas más pesadas en las economías domésticas es la cuota hipotecaria, que incrementa las dificultades para llegar a fin de mes. Un 70% de las familias de Castellón que acuden a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se ha acogido a una moratoria para evitar la ejecución. Un arma de doble filo, pues al tiempo que alivia, a la larga, prolonga la asfixia.

La portavoz de la plataforma en Castellón, María Garrido, alerta que “es una muerte anunciada” y hay que tener precaución y solo aceptarla si, tras alargar los plazos, la cuota sale por 250 o hasta 300 euros al mes. A esto recurren personas que “no pueden pagar la mensualidad y quieren evitar que el banco ejecute, algo que puede hacer a partir del cuarto mes de impagos”.

En todo caso, Garrido advierte que la moratoria deja el capital principal adeudado dormido y “se pagan intereses, a mayor precio, y se sigue debiendo”. “Es como pagar un alquiler, sin saldar la deuda”.