Parece que haya nevado en pleno mes de mayo”. Esta frase de una testigo resume perfectamente lo ocurrido ayer en Peñíscola. Y es que, en apenas media hora, una espectacular granizada dejó un manto blanco sobre la ciudad del Papa Luna, en el inicio de una semana con tiempo revuelto en toda la provincia. Pasaba media hora del mediodía cuando, tras una mañana soleada, el cielo se cubrió por completo y empezó a caer una intensa lluvia solidificada que alcanzó el tamaño de garbanzos, tal y como explicó José, un vecino al que la tempestad le sorprendió en una terraza.

La tormenta alcanzó ayer a toda la provincia, aunque quizás fue la mitad norte la más afectada. En Benicarló, donde se registraron las lluvias más intensas, con 40 l/m2, por unos momentos peligró la fiesta de San Isidro, para la que se estaba cocinando una fideuà gigante, que fue cubierta en apenas unos minutos. Asimismo, hubo problemas de circulación en los accesos a Benicarló desde Peñíscola por la N-340 y el barranco, que quedaron cortados. Informa Mª José Sánchez.

Llovió en toda la provincia, aunque descargó con más fuerza en la franja norte, con 20 l/m2 en Sant Jordi y 18 l/m2 en Torre d’En Domènech, Torreblanca, Alcalà y Albocàsser, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El viento alcanzó los 53 km/h en Catí; 50 km/h en Alfondeguilla y Benicarló; y 40 km/h en Castellón, Borriol o Tales. En Torre d’En Domènech llegaron a registrarse rachas de más de 100 km, según Meteoclimàtic. Aemet prevé que la mitad norte provincial sufrirá hoy rachas de más de 70 km/h. La alerta amarilla por riesgo de incendios ya ha sido activada.

EN EL CAMPO // El pedrisco caído ayer puede causar perjuicios a la agricultura, ya que “se acaban de plantar sandías y lechugas, y puede frenar el crecimiento o arrancarlas”, según Domingo Roca, de la Cooperativa de Benicarló. H