La Fiscalía Anticorrupción presentó ayer un escrito ante la Audiencia Provincial de Castellón en el que anuncia que presentará recurso de casación en las próximas semanas, ante el Tribunal Supremo, contra la decisión de una de las salas de la Audiencia de archivar el delito de cohecho, a la vez que paraliza el juicio oral en el caso Naranjax, que se sigue contra el presidente provincial del PP, Carlos Fabra. Esto se conoce después de que la Audiencia ha decidido devolver al juzgado de Nules la causa, tras resolver la sección segunda que los hechos no son constitutivos de cohecho.

Precisamente ayer, Carlos Fabra señaló que le parece “lógico y normal“ que el fiscal lo recurra, y que es una “barbaridad” que, tras nueve años, todavía no se haya resuelto el proceso en el que se le acusa por presuntos delitos de tráfico de influencias y contra la hacienda pública. Consideró que “no tiene por qué dilatarse más” y lamentó que “los políticos no tenemos honor, y lo digo yo, que he perdido casi todas las demandas civiles que he interpuesto por muchas barbaridades que se han dicho”. Fabra recordó que tiene igual un recurso de amparo ante el Constitucional y “si aplica su doctrina, los delitos fiscales estarían prescritos, salvo el de 1999, cuando la Agencia Tributaria me imputaba un exceso en la cuota de 32.000 euros”.

Recordó que los datos de los peritos fiscales no coinciden con los suyos y “tendrán que justificarlos en el juicio”. Tildó de “falsedad” el tráfico de influencias y dijo que no hay pruebas ni imputados influenciados, por lo que “es difícil que haya un influenciador”.

“CABREADILLO” // Fabra afirmó estar “tranquilo” pero “un poquito cabreadillo” por cosas que ha tenido que escuchar. De la fianza, ha de hablar con su abogado pues “el juez dijo que la cuantía no era objeto de discusión, pero la Audiencia sí”, y recordó que ya dio un millón de euros de aval a Hacienda. Asimismo, el Supremo ha avalado la publicación por Interviú de datos fiscales de Fabra y su exmujer. Les pide 3.000 euros de costas, y alega “ausencia de pruebas” de quien los filtró. H