La Obra Social de la Fundación Caja Castellón-Bancaja pasa por tiempos difíciles, pero sobrevivirá. Sus impulsores y gestores así lo creen. Actividades culturales, sociales, deportivas y medioambientales dependen de ello. Eso sí, de momento, la nacionalización de Bankia y su matriz, BFA, y la más que probable desaparición de Bancaja como caja de ahorros para pasar a ser una fundación especial, genera, cuanto menos, incertidumbre por la fuente de ingresos de los dividendos --que se reduciría o mermaría por completo-- y la forma jurídica que pueda adoptar en próximos meses.

Uno de sus puntos fuertes es el remanente, que le aporta liquidez a corto plazo; y otro, su inmenso patrimonio inmobiliario por toda la provincia.

El gerente de la Fundación, Julián Minguillón, tiene claro que la gran familia de la Obra Social tiene fondos, al menos, para tirar, aunque apretando el cinturón, todo este 2012 y para inicios del 2013. Luego, todo se irá viendo...