El Gobierno de Mariano Rajoy acaba de hacer público su compromiso para impulsar las obras de construcción del denominado tren de la costa, entre Valencia y Alicante, pero vuelve a olvidarse de los compromisos de Castellón. El 20 de abril del 2010, el Ministerio de Fomento y la Conselleria de Infraestructuras firmaban un protocolo por el que asumían de un lado la ejecución del proyecto ferroviario costero alicantino, y del otro, la realización de un estudio para atender la demanda del Baix Maestrat, que permitiría elevar la frecuencia de los Cercanías entre Castellón y Vinaròs.

Dos años después, nada se conoce todavía del trabajo que afecta a Castellón, pero a finales de la semana pasada, el Gobierno de Mariano Rajoy sí que ha pedido la inclusión del tren Gandía-Oliva-Dénia en la Red Global Europea Ferroviaria, tal y como ha anunciado formalmente el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, a pesar de que esta iniciativa es muchísimo más compleja y, sobre todo, cara: costará 1.073 millones de euros. De hecho, según desveló el alcalde de Gandia, en una reunión mantenida la semana pasada en Fomento y a la que también asistieron los alcaldes de Oliva y Dènia, Catalá aseguró que el propio Mariano Rajoy “se ha interesado personalmente” por la cuestión.

Una vez más, se constata el olvido con los castellonenses, que han visto cómo en estos presupuestos casi han desaparecido del mapa. La actual ministra del ramo, Ana Pastor, anunció que el AVE entre Valencia y Castellón se licitaría antes de acabar mayo --luego, en una reunión a la que asistió el alcalde de la capital, Alfonso Bataller, se pospuso a la primera quincena de junio, por cuestiones técnicas--, si bien el proyecto solo contempla 30 millones de euros por parte del Estado, al tiempo que nada se sabe de qué parte deberá aportar la iniciativa privada.

En el caso concreto de los Cercanías entre Castellón y Vinaròs, el protocolo ferroviario que se firmó en el 2010, solo preveía 20 millones de euros para adecuar la estación de Benicàssim, donde sí se decidió extender el servicio, si bien nada se ha hecho en la infraestructura en concreto.

El alza de la frecuencia de los trenes de Cercanías entre Castellón y el norte provincial es una larga reivindicación de los ciudadanos del Baix Maestrat, que lamentan que las actuales conexiones impiden la movilidad de una gran masa de población, que incluye la turística Peñíscola. H