Castellnou2005 SL, empresa todavía propietaria del paquete accionarial mayoritario del CD Castellón SAD, parece que no quiere encontrar soluciones viables para la subsistencia de la entidad. Las actuaciones de los García Osuna, Blasco y compañía, siempre torpedeando y dilatando posibles ententes, hacen intuir que en su horizonte está, presuntamente, dejar morir a una entidad con casi 90 años de historia. La última, y más ridícula, es la de haberle pedido 1,5 millones de euros a Paco Chinchilla, en un nuevo intento del exfutbolista orellut por salvar el club.

García Osuna sigue a lo suyo. Es incomprensible cómo tras haber arruinado deportiva y económicamente al club, al que tiene endeudado y en Tercera División, el máximo accionista de Castellnou haya solicitado recientemente 1,5 millones de euros a Paco Chinchilla para que este pueda hacerse con sus acciones.

PRESIÓN INSTITUCIONAL // Tras la llegada de propietarios como Fernando Miralles o las sospechosas intervenciones del efímero supuesto expropietario Jesús Jiménez, queda patente que el propósito de Castellnou es que el tiempo pase y se vayan dilatando las posibilidades de salvación del club de la capital de la Plana.

Es por ello que ante el actual desgobierno, las instituciones castellonenses hayan dicho basta y le estén en estos momentos apretando las tuercas a quienes han sido siempre los únicos propietarios del club. Es más, les exigen que devuelvan las acciones a la sociedad castellonense a coste cero, ya que en estos momentos, con la deuda existente, el Castellón no tiene valor alguno.

La concejala de Deportes, Begoña Carrasco, junto a su antecesor, el actual edil de Cultura y diputado provincial Vicent Sales, están trabajando para que desde las instituciones se inste a García Osuna y compañía a dejar libre el club al que han arruinado.

SENTIMIENTO Y PEÑAS // Desde todos los sectores de la entidad, liderados por la Federación de Peñas y el colectivo Sentimiento Albinegro, se está trabajando a capa y espada para desenmascarar a unos propietarios que parece no estar por la labor de devolver una entidad que, como ellos mismos dicen, "Castellnou tiene secuestrada y de la cual presuntamente se han aprovechado".

El Castellón es patrimonio de los castellonenses y es incomprensible que quienes lo han dejado herido de muerte sean los que estén frenando cualquier tipo de solución viable para que no desaparezca el club.

El club debe abonar antes del 30 de junio la deuda contraída con los futbolistas para no descender a Preferente. Y el tiempo pasa.