La transformación de la basura en energía renovable podría convertirse en una alternativa eficaz en la gestión tradicional de los residuos. Se trata de un proceso denominado biometanización que es capaz de generar energía renovable como el biogás, reducir el volumen y peso de los residuos que van a los vertederos y disminuir la emisión de metano a la atmósfera, según la investigación realizada por el ingeniero industrial de la Universitat Jaume I Álvaro Álvarez Arregui.

En base al estudio, la mezcla con mayor volumen de biogás y metano serviría para producir, con los residuos biodegradables que genera una provincia como Castellón, una potencia de generación eléctrica de 4 megavatios, lo que equivaldría a abastecer anualmente el consumo energético de unos 4.000 ciudadanos.

El objetivo de la biometanización es la reducción del volumen de residuos biodegradables como consecuencia del proceso anaeróbico (sin oxígeno) de descomposición producido por las bacterias y microorganismos mediante el que se obtiene biogás, que puede ser utilizado por la producción de electricidad, combustible o como nutriente por la tierra.

El estudio también contempla el aprovechamiento del material residual de la biometanización, el digestato, un lodo que se puede utilizar como fertilizante. H