La Conselleria de Agricultura destruyó durante el 2011 un total de 850 palmeras infectadas por picudo rojo, cuando en el 2009 fueron unas 400. Hasta la fecha, Tragsa es la única empresa autorizada en la Comunitat para retirar y triturar los ejemplares. Sin embargo, como informa la Asociación Provincial de Jardineros de Castellón (Asjac), a partir de ahora ya no va a hacerlo.

Ramón Herrero, de Asjac, alerta de que se corre el riesgo de que la plaga se intensifique si no se controla la retirada y destrucción de las palmeras infectadas, por ejemplo, por las fuerzas de seguridad. Herrero aboga por que cada propietario asuma su retirada y trituración in situ. Mientras, el Bloc ha presentado una moción en la Diputación para solicitar que la institución provincial asuma este servicio y coordine las tareas con los municipios afectados.

PLAGA // En la actualidad, la plaga se encuentra bastante “controlada”, según explica Vicente Bueno, técnico de Viveros Molina. Sin embargo, esta es la época del año en la que existe un mayor riesgo de expansión de la plaga, por ser cuando se producen más vuelos.

Las empresas están recurriendo a todo su armamento para combatirla. Así, instalan trampas para capturarlos y conocer en qué parte del término municipal ataca más el picudo. Además, se realizan podas coincidiendo con la época de mayor frío. Periódicamente se las somete a tratamientos de endoterapia, pinchando el producto para que llegue al interior, según explica Bueno.

Por el momento, los tratamientos experimentales, como el uso de microondas o de aves que ejerzan la predación natural, no han surtido el efecto deseado. “Lo más eficaz es la endoterapia, en la que se administra el insecticida al interior de la planta y abono foliar, pero es lento”, reconoce Bueno.

Además de los tratamientos, ha influido en que la progresión de la plaga se haya ralentizado la propia presión demográfica del picudo. Este voraz insecto se alimenta preferiblemente por las palmeras canariensis. Actualmente se están plantando más washingtonias y datileras, menos afectadas por el picudo. Sin embargo, conforme avanza y ve limitadas sus fuentes de alimentación, tiende a buscar otras, con lo que los expertos creen que a la larga se irá a por las washingtonias y a por el margalló. H