El fin de la ley seca en las tascas deberá esperar al menos una semana más. La junta de gobierno local de Castellón tampoco aprobó ayer viernes la solicitud de autorización para beber alcohol en la calle que cursaron semanas atrás los empresarios afectados.

Los técnicos del Ayuntamiento han trabajado durante toda la semana en los informes preceptivos para autorizar la instalación de veladores en las calles Barracas e Isaac Peral como salvoconducto para beber en la vía pública y, de esa manera, salvar la sentencia judicial que dio la razón a la Asociación Castelló Sense Soroll y anuló el artículo 26 de la ordenanza de convivencia ciudadana. Sin embargo, fuentes municipales admitieron que la falta de un informe ha imposibilitado la aprobación de esta excepción legal.

El concejal de Sostenibilidad, Gonzalo Romero, estuvo ayer reunido durante toda la mañana con los responsables jurídicos para analizar los pasos a seguir y finalmente se optó por la prudencia. Es decir, esperar a que todos los informes estén en regla para permitir beber en la calle con la cobertura de los veladores.

Las citadas fuentes no se atrevieron a asegurar que el informe pendiente esté listo el próximo viernes. Se quiere hilar fino porque en el equipo de gobierno se tiene la seguridad de que Castelló Sense Soroll volverá a la carga en los tribunales hasta que no consiga prohibir el consumo de alcohol en la calle y el margen de maniobra es mínimo. El consistorio también trabaja para interponer el recurso ante el Supremo. H