Un año más, Castellón celebró la festividad del Corpus Christi que, como es habitual, se llevó a cabo un jueves, pues hasta el año 1989 la fiesta no se trasladó hasta el domingo. Los actos se iniciaron la víspera con la salida de las tradicionales danzas que bailaron frente a las autoridades en la plaza Mayor y en céntricas plazas de la ciudad. También se desplazaron hasta el Grao. Al día siguiente, el obispo de Segorbe-Castellón, Josep Maria Cases, celebró la misa pontifical en la Concatedral y a continuación la custodia procesionó por las calles del centro histórico con mucho calor y poca participación.