El puerto ha cambiado de destino para el ferrocarril que llega cada semana a sus muelles. La línea a Madrid -que reabrió el acceso norte al puerto en septiembre del 2010- ha dejado de operar por falta de demanda. Pero le ha salido un sustituto que está cubriendo con creces su hueco. La nueva conexión que el puerto estrenó el 25 de abril con Bilbao ha logrado consolidar sus tráficos.

En estos dos meses, más de 600 contenedores han llegado o partido del puerto en esta línea. De media, cada martes llegan 35 contenedores vacíos desde Valencia, que parten cargados de azulejo hasta Bilbao, donde son transbordados al barco para alcanzar su destino final: el Reino Unido.

En su estancia en Castellón, los contenedores son transportados a las fábricas de cerámica provincial, donde se les introduce la carga. El puerto funciona así como una auténtica plataforma logística. A la espera de que pueda construirse el nodo que, con una estación ferrocarril, irá adosado al acceso por tren a la dársena sur, los muelles provinciales suplen esta función. Esto es así porque los contenedores no llegan a tocar el barco, sino que la dársena norte funciona como receptora de los contenedores en tren y como punto de partida.

Todo ello se realiza desde Terminal Polivalente Castellón (TPC), la terminal que ya puso en marcha la línea hasta Madrid y que ha sido la impulsora del recorrido a Bilbao. El operador de esta conexión es Logitren, mientras el cliente es McAndrews, que es el que se encarga de hacer llegar el azulejo a los puertos ingleses.

De cara al futuro, desde TPC señalan que aún no hay nada cerrado, pero que están trabajando intensamente en proyectos para tratar de concretar una nueva línea ferroviaria hasta Plaza, la plataforma logística de Zaragoza. H