-El decreto que obliga a dar más horas de clase a los profesores, ¿va a suponer despidos?

--En la UJI estamos aún consolidando títulos. Por un lado, Medicina y Enfermería, de los que el curso que viene se ponen en marcha los segundos cursos. Por otro lado carreras como Educación han pasado de tres a cuatro años (lo mismo que otras carreras técnicas). Todo ello supone que, con el aumento de horas de docencia que implica el decreto, que afecta a un 30% del profesorado de la UJI, la plantilla va a quedar como el curso pasado. Ahora bien, si miramos por ámbitos, hay algunos como en Informática donde han desaparecido los profesores asociados y otros, como Medicina, donde se contrata. Por otro lado, la demanda de estudios universitarios es más alta (un 6%). En estos momentos la UJI tiene el número más alto de estudiantes de su historia (15.000). No sabemos cómo evolucionará la matrícula, pero a pesar de las tasas es todavía posible que el curso que viene crezca el número de estudiantes de grado. Y en cualquier organización cuando sube la demanda hay que poner recursos. Aun así, hacemos un gran esfuerzo en eficiencia y eso afecta también a la política de recursos humanos.

-¿Se han cumplido los objetivos de ahorro?

--Sí, el Plan de Reequilibrio Financiero ha ido mejor de lo esperado. El Plan Extraordinario de Medidas Económicas 2012 también se está desarrollando de acuerdo a lo planificado. Hemos anulado muchas de las inversiones previstas en nuestro Plan Estratégico UJI 2014, a la vez que hemos seguido ahorrando en gasto corriente. En 2011 se aplicó un recorte del 10% en el gasto y para 2012 se ha aplicado el mismo porcentaje de reducción. Además, gastos generales (contratas, limpieza, suministros, energía) se han renegociado con ahorros importantes. Todo ello está permitiendo mantener el esfuerzo en lo esencial de la UJI, como la docencia y la investigación. Hemos hecho todo lo posible, pero ya no nos queda margen en los gastos corrientes. Cualquier nuevo recorte afectaría seriamente a la calidad de la enseñanza y al nivel de la investigación.

-¿Van a endurecer el control del absentismo?

--No tenemos problemas de absentismo. Tenemos un sistema de fichado por parte del Personal de Administración y Servicios. En el caso del Personal Docente e Investigador también estamos probando un nuevo sistema basado en tarjetas de presencia y de proximidad que permiten a la vez controlar el consumo energético de las aulas y que se comenzarán a implantar el próximo curso.

-Uno de sus proyectos irrenunciables es la facultad de Medicina. ¿Cómo lo materializarán?

--El proyecto está hecho y a punto para licitarse. Teníamos previsto lanzarlo antes del verano. Si la Conselleria mantiene su compromiso de pago de las dos anualidades aplazadas de la deuda de la Generalitat y mantiene la subvención ordinaria de acuerdo con lo que marca el Plan Plurianual de Financiación, el proyecto debería ser una realidad en 2014, y con ese objetivo se trabaja desde la UJI. No obstante, debemos ser prudentes, porque la situación económica del país es absolutamente imprevisible. Vamos a esperar a después de verano para ver si se despejan todas las dudas respecto del euro y del rescate en España. Vamos a iniciar las obras, pero vamos a decidir el alcance de las mismas en función de la situación financiera. Si al final no hay dinero para la nueva facultad, diseminaremos al alumnado, ya que el actual edificio de Medicina, el de la ampliación de Humanas, tiene un recorrido para 2 ó 3 años. Nuestra prioridad es disponer de liquidez para poder pagar las nóminas y también a los proveedores, y mantener los niveles de calidad que hemos alcanzado en docencia e investigación. De momento, gracias al esfuerzo de todos, lo estamos consiguiendo.

-¿Y cuándo las obras en el edificio de Hacienda?

--Estamos trabajando para que el edificio no se pierda para la ciudad. Ya en el 2010, la UJI realizó y pagó un estudio de catas, para ver en qué estado se encontraba el edificio. Por otro lado, ya en el 2010, se creó una comisión de trabajo mixta UJI-Ayuntamiento, que volverá a reunirse en las próximas semanas para revisar el proyecto y coordinar las acciones económicas y técnicas. El compromiso de la UJI -acordado con el Ayuntamiento- es que una deuda histórica en concepto de IBI, de tres millones, que la UJI tenía con el Ayuntamiento, irá destinada íntegramente a este edificio. La UJI está satisfaciendo las anualidades del IBI tal y como se acordó. No sé por qué nosotros tenemos que pagar el IBI y la Iglesia, no. De los seis millones del coste de la rehabilitación, tres provendrían del pago del IBI y los otros tres, un 50% de la UJI y otro 50% del Ayuntamiento. No obstante, es necesario tener muy presente el panorama económico y ajustar las obras a las disponibilidades financieras actuales. Nuestra actitud es de máxima colaboración sin perder de vista que nuestra prioridad es la nueva Facultad de Ciencias de la Salud.

-¿Respecto al expediente disciplinario abierto contra el profesor Juan Bisquert?

--La jurisprudencia aconseja que si se abren diligencias por la vía penal en los tribunales, la parte disciplinaria interna, es decir la vía administrativa, debe quedar en suspenso a la espera del resultado de la instancia superior. Es lo que hemos hecho de acuerdo con nuestros asesores jurídicos y así se ha hecho saber a las partes implicadas. Los tiempos y los procesos en los tribunales son los que son y debemos dejar trabajar a estos sin presiones ni coacciones. Creo que podemos estar hablando de dos o tres años. Administrativa y jurídicamente hemos hecho lo que había que hacer.

--¿Y el Parque Científico?

--En este momento hay unas 50 empresas. Menos Tissat, todas son pequeñas muy dinámicas. Destacan las nuevas tecnologías, donde jóvenes de diversa formación han creado un pequeño clúster muy dinámico que ha traspasado las fronteras de la provincia. La situación actual no es la más idónea para la expansión empresarial y, por la difícil coyuntura, la atracción de nuevas empresas tractoras de momento está bastante parada.

-¿Cómo prevé la acogida de las nuevas titulaciones?

--Yo creo que tendrán una buena acogida. La demanda de estudios universitarios está creciendo. Para el curso que viene se ha incrementado un 6% el número de alumnos que se han presentado a Selectividad, a los que hay que añadir los de los colectivos de más de 25, 40 y 45 años, además de los parados que están apostando por reciclarse en la UJI. El grado de Diseño y Desarrollo de Videojuegos es muy novedoso, pues somos la primera universidad pública que lo oferta, y responde a una demanda de un sector con un alto crecimiento económico. Respecto a Gestión y Administración Pública, era una titulación que formaba parte de nuestra oferta académica antes del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y que ahora recuperamos. Yo soy optimista respecto a la respuesta del alumnado ante la oferta de estos dos nuevos grados.

-¿Las más demandadas?

--Si vemos la tendencia de los cursos pasados, creo que se van a cubrir prácticamente todas las plazas. Este nuevo curso, los grados de salud van a continuar teniendo las notas de corte más altas, y las carreras técnicas y científicas también van a tener una muy buena respuesta. En general, las carreras de la FCHS, y FCS son las que más demanda tienen.

Hay que ir con mucho cuidado a la hora de elaborar un mapa de títulos, porque la demanda va cambiando y existen ámbitos estratégicos para un país. Por ejemplo, las ingenierías son muy importantes para un futuro modelo productivo y económico, basado en el conocimiento. ¿Vamos a cerrar titulaciones interesantes para nuestro entorno porque ahora, como consecuencia de la crisis, tienen poca demanda pero que en unos pocos años puede tener una demanda laboral importante? H