El presidente de la Diputación, Javier Moliner, tiene claro cuáles serán sus prioridades en el 2013: prestar el máximo de servicios públicos posibles a los pueblos de la provincia y eliminar la burocracia en la gestión del día a día en el Palacio de las Aulas.

Por lo pronto, ayer se celebraron los consejos generales en los que se disolvió el Instituto de Promoción Cerámica y el de Promoción del Deporte que dan paso a una nueva etapa en la que se refuerzan el departamento de Promoción Económica que dirige Vicent Sales y el de Cultura, a cargo de Héctor Folgado. De esta manera, apuntó Moliner, se reforzará la ayuda a municipios, se generarán más recursos y oportunidades económicas y se reducirán los procesos administrativos.

“No me interesa otra cosa que no sea mejorar los servicios que prestamos a los ayuntamientos y los sectores económicos de la provincia, pero acompañándolo de una disminución de la administración. Quiero que nuestros recursos se destinen principalmente a ayudar a toda la provincia, no a mantenernos”, declaró el presidente provincial.

En estos momentos, se está ultimando la reestructuración, tanto de equipos como de competencias tras la supresión de los organismos autónomos, bajo la premisa de que sea la propia Diputación la que asuma el coste de funcionamiento para que se incrementen las partidas destinadas a acciones externas. Moliner se comprometió a que “la sociedad civil siga teniendo peso en los temas cerámicos y en los deportivos”, y como muestra de ello anunció su intención de crear nuevos consejos asesores.

Por su parte, el portavoz del Bloc en la Diputación, Enric Nomdedéu, explicó tras participar en la última reunión del Instituto de Promoción Cerámica que su partido apoya la eliminación de estos organismos autónomos “si se evidencia de forma práctica que se produce una mayor eficacia en los recursos públicos”.