El presupuesto que la Diputación de Castellón ha elaborado para 2013 recogerá un aumento del 50% de su potencial inversor gracias a una mayor eficacia de la gestión y un mejor control del gasto. De esta forma el conocido técnicamente como ahorro bruto, que es la cantidad disponible tras asumir todos los gastos corrientes propios, ha aumentado de 18 millones de euros en 2012 a 27 millones de cara al año que viene.

Esta es una de las principales claves que ha expuesto el vicepresidente responsable de Economía, Hacienda y Recaudación, Miguel Barrachina, en la rueda de prensa convocada esta mañana para explicar el nuevo presupuesto de la Diputación, que en 2013 ascenderá a 119.770.308 euros, un 3,02% más que en 2012. Así, Barrachina ha explicado que habrá 14.854.000 euros para invertir, al margen de los servicios que la institución provincial ya presta a los ayuntamientos de forma corriente.

El también portavoz de la Diputación ha asegurado que “éste es el primer presupuesto en el que los ayuntamientos de toda la provincia van a empezar a recibir mayores ayudas gracias a los efectos de nuestra austeridad y la eficacia en los ajustes del gasto público. Sin ir más lejos, el cien por cien de los contratos de servicios han sido renegociados a la baja o se han suprimido”.

“Tras varios años de presupuesto restrictivo por la crisis, 2013 será el primer ejercicio con presupuesto expansivo”, ha asegurado Barrachina. Fruto de este esfuerzo de Javier Moliner por promover inversiones productivas, tres de las áreas que se van a beneficiar de esta mejora del presupuesto de la Diputación son las de Promoción Económica, Desarrollo Rural y Juventud.

Esta mayor capacidad presupuestaria es consecuencia directa de un mayor control en costes como puedan ser los contratos de servicios que recibe la Diputación o los gastos de personal, que se han reducido en un año en 1.295.000 euros, un 5% menos que hace un año y un 10% menos desde 2010. “Hemos prescindido de lo esencial, amortizando todas las plazas laborales fruto de las jubilaciones, pero garantizando siempre tanto los puestos de trabajo como las retribuciones de todos los trabajadores de la institución”.

Además, el esfuerzo de la institución provincial en la devolución de la deuda le ha permitido aligerar un 34% su carga financiera por el pago de intereses de cara al año que viene. Así, está previsto cerrar 2013 con una deuda de 103 millones de euros tras la devolución de otros 16 millones, lo que supondrá una reducción del 26% respecto al inicio de esta legislatura, en que la deuda de la Diputación ascendía a 140 millones de euros. La previsión de cierre de este año es de 117 millones de deuda tanto con las entidades financieras como con el Estado, fruto de los sobrepagos que hizo en la época del Gobierno socialista de la pasada legislatura.

Barrachina ha confirmado que “esta época de austeridad que ha anunciado Javier Moliner no terminará nunca para la Diputación, pero para los ayuntamientos de la provincia sí que concluirá a lo largo de este año. Seguiremos optimizando todos nuestros recursos para ponerlos al servicio de los ayuntamientos y la sociedad castellonense en general”. Como ya dijo ayer el presidente de la institución provincial, “no quiero una Diputación protagonista, quiero una Diputación útil para una provincia protagonista”.

Esto es posible gracias a que el presupuesto del año que viene ya reflejará rebajas significativas en los presupuestos fruto del recorte en los gastos de asesores, de los sueldos de los diputados, del número de escoltas, de la supresión de empresas públicas y patronatos, de la supresión de la asistencia médico-farmacéutica privada, del recorte de los beneficios sociales y de los seguros de vida de la corporación provincial y la plantilla de funcionarios.