Que más de la mitad de las empresas no tenga empleados no es un factor negativo en sí mismo, ni tampoco es síntoma de que una economía sea débil. Se debe principalmente a que las empresas pequeñas y medianas son más flexibles y capaces de adaptarse y por lo tanto sobreviven mejor los periodos de crisis económica. De hecho, en el conjunto de España, el porcentaje es muy similar al de la provincia.

Asimismo, puede tomarse como un síntoma de emprendimiento. Crear empresas con muchos trabajadores es muy complicado porque se necesita más capital y hay más trámites, y el trabajo autónomo es una salida en la actualidad.

El problema es que estas empresas unipersonales tienen todavía más difícil el acceso a la financiación. Además, obtener cierta información también les es más complicado, porque todo lo tiene que hacer una persona. Por eso haría falta un poco de colaboración entre las empresas pequeñas. El asociacionismo empresarial es necesario, pero aquí por tradición se es muy individualista, y eso lo complica.

En cuanto a las firmas más grandes, no creo que en Castellón haya ninguna que supere los 1.000 empleados. El INE contabiliza en este segmento algunos colectivos, como el de la educación, la sanidad o el empleo doméstico. H