Los toldos fonoabsorbentes instalados el pasado mes de junio por los empresarios de las tascas han logrado reducir el ruido nocturno que provocan los clientes, pero no ha sido suficiente para evitar la prórroga de la declaración como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). Esa es, a grandes rasgos, la conclusión de las mediciones sonométricas encargadas por el Ayuntamiento de Castellón el pasado mes de diciembre para dilucidar si es pertinente ampliar dos años más la ZAS.

Según ha podido saber Mediterráneo, los toldos antirruido han rebajado entre 5 y 6,5 decibelios de media los niveles de ruido nocturno en las calles Isaac Peral y Barracas, epicentro de las tascas. De los 85 decibelios que dieron pie a la ZAS se ha pasado a entre 78,5 y 80 decibelios de media. Niveles insuficientes dado que el tope máximo para retirar las medidas correctoras de la ZAS se sitúa en 65 decibelios nocturnos.

Los resultados sonométricos reflejan también una reducción de entre 1 y 2 decibelios en la calle Mayor y en la plaza Santa Clara, donde se ubicaron otros dos micrófonos medidores de ruido.

NUEVAS MEDIDAS ANTIRRUIDO // El consistorio ha encargado nuevos informes técnicos que concretarán las medidas adicionales de lucha contra el ruido que deberán implementarse en las tascas con la mirada puesta a finales del próximo 2014, cuando se revise otra vez la ZAS. “Seguramente tocará ampliar en alguna más las medidas de lucha contra el ruido que se están desarrollando en la actualidad, pero habrá que realizar en breve nuevas mediciones sonométricas, en este caso en días consecutivos, para concretar cuáles serán esas medidas”, han señalado las fuentes consultadas. Esos test se alargarán hasta la semana de fiestas de la Magdalena.

SENSE SOROLL // Los datos municipales son muy similares a los que encargó meses atrás la Asociación Castelló Sense Soroll, impulsora de la vía judicial contra las tascas. En aquel caso, el estudio arrojó picos de ruido de 75 decibelios en la zona de las tascas a partir de las 20.00 horas. H