La historia se repite. Un grupo de desconocidos ha desvalijado en las últimas semanas la nave abandonada de la antigua Cerámicas Gaya en Onda, situada en la carretera de Vila-real-Puebla de Arenoso. Los ladrones han entrado por la parte trasera de la fábrica, que no dispone de vigilancia, y se han llevado ventanas, rejas, puertas y demás material para poder venderlo como chatarra. Ahora se puede acceder sin problemas al interior de las instalaciones, que están totalmente en ruinas.

Han sido los chatarreros de la provincia los que han dado la voz de alerta a la Guardia Civil sobre el saqueo que se estaba produciendo en Cerámicas Gaya, ya que les han llegado a ofrecer todo el material allí desvalijado. El colectivo asegura que ante su negativa a adquirir este material que se escapa de la legalidad, “han sido chatarreros de otras zonas, como Valencia, Tarragona o Lleida, los que han venido a comprarlo”.

La fábrica depende actualmente de los administradores concursales que el juzgado nombró en el 2009, cuando la empresa entró en concurso de acreedores y despidió a la mayor parte de sus 287 trabajadores, que operaban en esta planta y en la que la empresa tenía en Castellón ciudad. Solo 13 de los empleados se quedaron un tiempo más para poder liquidar todo el estoc.

Los administradores sacaron a subasta toda la maquinaria de la fábrica para poder con estos ingresos pagar las deudas contraídas, pero aún tienen pendiente vender la nave y el solar sobre el que esta se levanta.

SOLO TRES AÑOS // Sin duda, este es un triste final para estas instalaciones, teniendo en cuenta que fueron adquiridas por Cerámicas Gaya solo tres años antes de declararse en quiebra. Esta nave de 45.000 metros, que pertenecía al Grupo Novarti-Gres de Valls, fue vendida a Cerámicas Gaya, ya que está última tenía previsto ampliar su producción tanto de pasta blanca como de porcelánico.

El caso de esta fábrica de Onda no es aislado, ya que se suma a otras instalaciones similares que al colgar el cartel de cerrado en los últimos años han quedado en total abandono y a merced de extraños, como la nave de Porcelanatto en Borriol, la azulejera Azuvi en Vila-real, Parthenon en Sant Joan de Moró o la empresa textil Dusen en Castellón. H