Aunque no esconden su malestar por cómo se planteó el aeropuerto, los grupos políticos de la oposición de Castellón prefieren mirar al futuro y tratar de encontrar una viabilidad al recinto a enrocarse en la crítica.

Pese a que los portavoces del PSPV-PSOE y Compromís en la Diputación, Francesc Colomer y Enric Nomdedéu, respectivamente, coinciden en que la instalación es “un problema”, en palabras del nacionalista. Por su parte, el socialista señala que, “una vez hecho, tenemos que ponerlo en marcha cuanto antes”.

Con este objetivo, Colomer propone, como recuerda que ya hizo en el pleno monográfico de la Diputación, “crear un grupo de trabajo de expertos independiente, todas las Administraciones Públicas y el sector turístico” para encontrar una “fórmula de gestión” en la que puede haber otros usos, pero siendo necesariamente la proyección turística la “orientación principal”. Para ello, el secretario general de los socialistas de la provincia afirma que es necesaria “una gestión cualificada del turismo y que se nos conozca internacionalmente”. Es decir, mejorar la calidad y la promoción del turismo castellonense, algo en lo que “se ha prometido mucho pero no se ha hecho nada”.

Por su parte, Nomdedéu apuesta por abrir “en función de los vuelos que hubiese”. Pero para ello “hay que hacer muchos números” para saber si es rentable económicamente soportar una estructura mínima si solo va a haber “uno o dos vuelos a la semana”. Eso sí, lo que tiene claro es que “hay que sacarle una rentabilidad, encontrar una viabilidad económica y, en función de ella, abrirlo”. Para ello, ambos exigen implicación y huir de “la falta de ideas y la indefinición”.

Mientras tanto, y como reconoció el viernes el vicepresidente del Consell y presidente de Aerocas, José Císcar, sí que hay empresas del sector interesadas en la gestión del aeropuerto. También admitió que dicha gestión se licitará por un plazo de diez años y que espera se pueda adjudicar a principios del 2014, como adelantó este periódico. H