Alas 9.00 serán las 8.00 horas, como en Canarias. Y así, para siempre. El Gobierno se ha comprometido esta misma semana a tomarse en serio la posibilidad de cambiar el huso horario de España, para coincidir con el meridiano de Greenwich, que es el que le corresponde, y fomentar, con ello, una racionalización de la jornada de trabajo, el aumento de la productividad, la reducción del gasto energético y una mayor conciliación de la vida laboral y familiar. Y Castellón, a la que cruza esta línea divisoria del globo terráqueo, se suma al debate, ajustando los pros y contras que este nuevo horario tendría para los ejes económicos, sociales, culturales y educativos.

La iniciativa parte de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe), que presentó en el Congreso de los Diputados un informe elaborado por 60 expertos de diferentes ámbitos, y a la que la Comisión de Igualdad dio el OK inicial este jueves. Empresarios, sindicatos, maestros, comerciantes, agricultores y la gente de a pie de Castellón piensan, sobre todo en los beneficios en calidad de vida, de ahorro energético, de mejora del rendimiento. Sobre la mesa, “una palabra, mejora, unida a otras dos, productividad y conciliación”, dice José Roca, presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC).

Y es que actualmente, España utiliza el huso horario de Europa continental, inexacto con respecto a las horas de Sol en la Península, según Arhoe. ¿Motivos para el cambio? Vivir con una hora de adelanto respecto al reloj solar “entra en franco conflicto con la vida de los ciudadanos”, “alarga innecesariamente la jornada laboral” y “crea malos hábitos en las comidas”, dice Ignacio Buqueras, presidente de la Arhoe. El presidente de la patronal castellonense explica que “es un tema que se ha puesto sobre la mesa en muchas ocasiones, para optimizar recursos y por lógica; lo que realmente nos preocupa es generar riqueza y crear empleo. Si esto contribuye, pues adelante”.

LÍNEAS DE ACTUACIÓN // Este documento marca dos líneas de actuación. La primera es adoptar la hora GMT de Greenwinch. Ello implicaría retrasar los relojes 60 minutos y abandonar el Meridiano de Berlín, que Francisco Franco adoptó durante la II Guerra Mundial, en 1942, para coincidir con el horario alemán por razones bélicas para todos los territorios aliados de Adolf Hitler. Al terminar la contienda, los países que habían tenido que cambiar la hora volvieron a sus husos normales, excepto España

La segunda vía que propone el informe es la de la racionalización de los horarios laborales, entendida, fundamentalmente, como su conciliación con los horarios escolares, aunque esta última sí es una medida a tener en cuentra en Madrid pero, de momento, no en la provincia de Castellón, donde la jornada continuada solo está implantada en dos colegios de Orpesa a modo de pilotaje.

España regresaría así a su hora natural, compartida con británicos, portugueses y marroquíes. De esta forma se evitaría lo que la especialista en conciliación y ponente del informe, Nuria Chinchilla, denomina “jet lag permanente” de los españoles y que se traduce, entre otras, en la costumbre de madrugar menos y acostarse más tarde, lo que perjudica el rendimiento profesional.

CAMBIOS // La nueva situación supondría “cambios de costumbres como anticipar la hora de entrada al trabajo, de los hábitos de consumo, de las comidas o del descanso nocturno”. Lo dice José Luis Verchili, presidente de la Asociación de Comerciantes Centre Ciutat de Castellón, que recuerda que “esta provincia, precisamente, debe estar más que concienciada en este tema, pues el meridiano de Greenwich nos atraviesa geográficamente, así que es de lógica que nos adaptemos a él”. A nivel comercial, Verchili señala que “esta idea choca de frente con la nueva propuesta de liberalización de los horarios comerciales”. “Es bueno para la economía, pero sí todos van en el mismo barco, no cada uno a su beneficio”, apostilla.

Tino Calero, delegado en Castellón del sindicato UGT, alerta también de que “existen dos obstáculos: la reforma laboral y la liberalización de horarios comerciales”, aunque le parece “una cuestión de lógica el cambio al horario GMT”. “Ya hace tiempo que abogamos por este cambio, para racionalizar el trabajo y conciliar la vida laboral con la personal, alineándonos con las condiciones que tienen en Europa; y, si tienen un impacto positivo en la productividad, habrá que estudiarlo bien”, dice.

OPTIMIZAR // El sector agrario “lleva trabajando siempre con el horario solar; pero a nivel empresarial, será bueno que se coordine el huso español con el europeo”, argumenta Vicent Goterris, delegado provincial de la Unió de Llauradors. Y Josep Martí, coordinador de los centros de Secundaria, opina que “la optimización del tiempo es importante, pero hay que cambiar muchos hábitos arraigados socialmente, pero puede ser positivo”. Desde el sector del turismo, José Luis Selma, delegado de Discotecas y Ocio Nocturno de la Asociación Provincial de Empresarios Turísticos, ve con buenos ojos este cambio. “Toda iniciativa que mejore la calidad de vida y mejore la conciliación es bienvenida --señala--. Son tiempos para reactivar la economía, y esta cuestión también suma”. H