El rector honorario de la Univesitat Jaume I de Castellón, Francisco Michavila, apostó ayer por dar a las universidades “más libertad de acción y más recursos para la investigación”. Fue en la presentación en Madrid del libro Los ránkings universitarios, mitos y realidades, del que es coeditor, y en el que apela a la necesidad de que las universidades “tienen que ir avanzando”, y que la acción política “tiene que estar dirigida a establecer un sistema universitario mucho mejor”.

Michavila alertó de la obsesión por los ránkings universitarios, “que son buenos para conocer algunos aspectos de la realidad universitaria, pero no contemplan la totalidad de esta realidad”. “Los ránkings se han instalado en el mundo universitario y se han de saber interpretar de forma prudente y ponderada, porque es muy fácil generalizar sobre la universidad y, sobre todo, sobre la universidad española”, afirmó.

“No estamos tan mal, no hay muchas universidades, tal y como se dice como tópico, y en 30 años se ha dado un salto enorme”, concretó el rector honorario.

De esta forma, Michavila subrayó que “los ránkings se basan, sobre todo en los recursos de que dispone cada universidad para la investigación”, mientras que tendrían que contemplar otros factores como “la educación, la internacionalización, la transferencia económica y el compromiso social”, concretó. Porque en palabras del que fuera primer rector de la UJI el problema “no son las clasificaciones, sino el uso que se hace de ellas” y lamentó que “muchas de ellas se han utilizado para descrédito del sistema universitario español”.

En este sentido, puso como ejemplo el ránking de Times en el que la Universidad de Barcelona aparece en el número 146 y la de Cambridge es la 6ª, cuando esta tiene un 16% más de presupuesto y muchísimos menos estudiantes que la barcelonesa. “Un ránking que, evidentemente, no es objetivo de ninguna de las maneras”.

MENOS PRESUPUESTO // No obstante, sí que alertó de la reducción del dinero que dedican las universidades españolas para la investigación, “que en los últimos cuatro años ha descendido un 26%, mientras que los presupuestos de estos centros ha bajado en dos años un total de 1.200 millones de pesetas”.

Por ello, Michavila reiteró que “son necesarios más recursos y un mayor margen de autonomía y de desregulación”. H