Los hay que se encogen ante las adversidades. Que ven el vaso medio vacío, que tienen en mente día sí y día también que la cola de desempleados suma ya las 60.000 personas en Castellón, que las empresas no ofrecen empleos estables, que sus amigos llevan dos años buscando trabajo, que su vecino abrió una tienda de ropa y la tuvo que cerrar en un año.... De esos los hay a montones, pero también existen los valientes, los del vaso medio lleno, los que han optado por no quedarse en casa, por gastar suela de zapato y preguntar, analizar, viajar, pensar, tirar de imaginación y, por fin, abrir un negocio en Castellón. Pero no han abierto un negocio cualquiera. Muchos (centenares) han optado por probar cosas nuevas, innovar y traer a Castellón ideas y proyectos que hasta hace muy poco tiempo solo existían en las grandes ciudades. ¿Cuántas personal shoppers, lavanderías a la americana o empresas que te planchan la ropa conocía usted en Castellón hace seis años? Seguro que ninguna. Ahora existen, y muchas.

La crisis ha tirado a la cuneta los esfuerzos y la inversión de miles de pequeños empresarios de Castellón, pero también ha dado una oportunidad a otros tantos y ha dado salida a proyectos que se apolillaban en el subconsciente. “Hay que estar vivo y en estos momentos, más activo que nunca. Si no te mueves te mueres. Hay que estar al día, innovar, sorprender, hacer cosas diferentes...” Quien pronuncia esta frase no es un gurú en gestión de recursos empresariales. Tampoco un afamado economista. Es José Ignacio Burgos, un valenciano afincado en Castellón que hace dos años abrió una lavandería autoservicio en la capital de la Plana. El éxito ha sido rotundo y hay días en los que se forman incluso colas de clientes, tal y como ocurre cuando uno va los domingos por la mañana a limpiar el coche a la gasolinera. Burgos tuvo lo que se conoce como altura de miras. Tras años como ejecutivo de una empresa multinacional, un día decidió convertirse en empresario. “Pensé que una lavandería autoservicio era un negocio emergente y decidí realizar una fuerte inversión y abrir KWL-Aqua Castellón. De eso hace ya dos años y la verdad es que estoy muy satisfecho, ya que los clientes me han respondido muy bien”, resume este empresario que, además, es el gerente de un restaurante y de un establecimiento de cigarrillos electrónicos. “Tengo clientes de todo tipo, desde personas que vienen a lavar colchas, edredones, cortinas o mantas hasta clínicas. La clave está en tener los mejores productos, la mejor tecnología y unos precios muy competitivos”, añade este empresario.

Si José Ignacio Burgos tardó muy poco en darse cuenta de que una lavandería autoservicio podría funcionar muy bien en Castellón (en la ciudad hay algunas más), a Javier Valls le costó un poco más decidir su modelo de negocio. Durante años trabajó como diseñador gráfico en el sector cerámico y, durante los primeros años de la crisis, se quedó sin empleo. “Pasaba el tiempo y me daba cuenta que tenía pocas posibilidades de volver a trabajar de lo mío. La edad también es un hándicap, pues acabo de cumplir los 50. Poco a poco me di cuenta que mi futuro pasaba por montar mi propio negocio. Me asesoré en la Cámara de Comercio y, después de pensarlo mucho, abrí mi empresa”, argumenta.

PLANCHA A DOMICILIO // La empresa de Javier no es una empresa cualquiera. En vez de ir a lo normal, a abrir un bar o una tienda de complementos, Javier optó por una empresa de planchado. Nació No + Plancha. “Se trata de un servicio mediante el cual recogemos la ropa del cliente por su domicilio, nos la llevamos al taller y en 24 o 48 horas se la devolvemos perfectamente planchada”, resume. No + Plancha lleva dos años funcionando y poco a poco ha conseguido hacerse con una cartera de clientes. “Quienes nos llaman son, básicamente, profesionales que tienen que ir bien vestidos todos los días y que no tienen tiempo de planchar o, simplemente, no les gusta hacerlo. Y nosotros lo hacemos por ellos”, asegura este autónomo, que echa mano de refuerzos en épocas del año en las que los pedidos se le acumulan.

Que la imagen tiene cada vez más importancia y que la gente se cuida más es algo que también sabe muy bien Vanesa Piquer. Es una de las pocas personal shoppers y asesoras de imagen que existen en Castellón y lo es, dice, por auténtica vocación. “Estudié Derecho y trabajé durante años como comercial en una empresa cerámica, pero lo mío es la moda. Siempre me ha apasionado y por eso cuando me quedé en paro no lo dudé”, reconoce esta ondense.

Vanesa está al tanto de todas las tendencias, acude a desfiles y ferias de moda de todo el país y poco a poco va aumentando el número de personas que confían en ella para un cambio de imagen o dar en el clavo un día señalado. “Trabajo en dos vertientes. Por un lado, asesoro a cualquier persona que quiere cambiar su imagen y, por otro, voy de compras con el cliente o por el cliente”, explica.

Cuidar la imagen personal está más de moda que nunca, como también lo están (ya casi nadie puede vivir sin ellas) las nuevas tecnologías. Cuatro jóvenes de Castellón, Alejandro González, Maikel Alonso, Juan Manuel Barreda y Lenin Alonso crearon hace un par de años Hexamob, una empresa cuyo objetivo es crear aplicaciones para smartphones. Y los números asustan. Su página web recibe una media de 1.000 visitas a la hora y una de sus aplicaciones, Hexamob recovery pro-root, está teniendo un enorme éxito, pues sirve para ayudar a recuperar archivos borrados. “De lo que se trata es de que el teléfono que todos llevamos en el bolsillo nos haga la vida más fácil”, cuenta a modo de conclusión Alejandro González.

‘COMMUNITY MANAGER’ // De las nuevas tecnologías también viven Vero Monetta y Diana Franch. Son community manager y crearon el año pasado Plantatercera. Hacen diseño on line, programación, marketing on line, diseño social, webs, consultoría en comunicación 2.0… “Las dos llevamos muchos años dedicándonos a comunicación, publicidad off line o diseño pero fue hace casi dos años cuando nos conocimos y decidimos crear Plantatercera”, explica Vero Monetta, que asegura que la clave es “muchísimo trabajo, mucha ilusión, formación constante y una gran pasión por nuestros clientes, ya que sentimos sus negocios como propios”. Toda esta combinación ha hecho posible que Plantatercera, que nació en uno de los momentos más adversos, esté superando obstáculos y creciendo día a día.

GLOBOS // Quien también tiene más pedidos cada semana es Viky Martínez. Esta vinarocense de 36 años lleva años detrás del mostrador de la tienda Festa (al frente de la cual están sus padres), especializada en la venta y alquiler de disfraces. “Las cosas en el mundo de los disfraces ya no son lo que eran hace unos años. Las tiendas de chinos nos han hecho mucho daño, así que un día se me ocurrió complicarme un poco más y abrir negocio con la decoración de globos”, describe.

Con altas dosis de imaginación, cursos y horas de práctica, Viky ha conseguido que sus globos decoren comuniones, bodas y fiestas de aniversario. “Las posibilidades son infinitas y los globos con los que trabajo son de calidad. Cada vez tengo más clientes”, añade. Gracias a su tesón y, sobre todo, a la imaginación, está logrando despuntar. H