La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) todavía no cuenta con el beneplácito de Bruselas para activar su plan de refinanciación que le permita recuperar su función de avalista en el tejido productivo de Castellón, una situación que se demora in eternum justo cuando más difícil es acceder al crédito bancario, con un recortazo de 8.000 millones de euros desde que comenzó la crisis, como ha denunciado Mediterráneo a lo largo de esta semana.

Por partes. La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) aprobó el pasado mes de julio la refinanciación de su deuda mediante un acuerdo con un pool bancario que implicó a 30 entidades y con un plazo de amortización de cinco años. El objetivo era salvar a la entidad de la quiebra, después de que en el 2012 se descubrieran un desajuste contable de más de 50 millones de euros, fruto de avales a proyectos empresariales fallidos. La operación, contó con un tercer actor, la Generalitat valenciana, que avaló a la SGR con 200 millones de euros, con el fin de conseguir el respaldo de los bancos y recuperar así la actividad de apoyo de la entidad para las pymes.

Sin embargo, ese aval ha sido el que ha motivado la autorización del Banco de España y del Ministerio de Hacienda de Montoro, y la de Bruselas. Es precisamente este último escollo, el de la Comisión Europea, lo que está demorando en el tiempo la vuelta a la normalidad de la SGR, algo que desde la dirección del organismo que preside la vila-realense Dolores Font Cortés confían desde hace semanas que llegara en este mes de enero, al que solo le resta poco más de una semana.

De hecho, desde la dirección del organismo reconocen que la la realidad, a día de hoy, es que “no hay constancia concreta” de cuándo se dispondrá de la conformidad al plan de vialibilidad.

La Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) es vital para que muchas pymes puedan acceder al crédito. Antes de sus problemas financieros internos, la SGR sostenía a 2.000 pymes, incapaces de obtener el apoyo financiero de los bancos sin su intermediación.

Desde la SGR esperan que “más pronto que tarde” llegue la autorización de Europa al plan de viabilidad de la organización, que volverán a orientar su acción hacia las pymes, con importes pequeños y de valor añadido, desestimando otros ámbitos, como el inmobiliario, después de que su sobreexposición generara las pérdidas que a punto han estado de acabar con la entidad. H