Los agricultores de Castellón ven un rayo de esperanza, aunque no la solución definitiva, a que se empiece a aplicar la nueva reforma del Código Penal que endurecerá las penas, de uno a tres años, para quien robe en el campo tanto productos agrarios o ganaderos como material.

Unos hurtos que, como publicó Mediterráneo ayer, han provocado pérdidas de 40 millones de euros, tras más de 1.500 ataques a granjas y huertos en 2013. La modificación de la normativa, que el Gobierno central aprobó en Consejo de Ministros en septiembre e inició la tramitación parlamentaria, se espera con impaciencia --la previsión era de seis meses a un año (marzo o septiembre)--. El presidente de Fepac-Asaja en Castellón, Néstor Pascual, comentó: “Aún no está en vigor ni sabemos cuándo será; y el campo lo está pasando muy mal”. Desde la Unió, que lidera Ramon Mampel, ya se apuntó que la reforma legal “debe ser pronto una realidad para que tenga un efecto disuasorio y con condenas ejemplares”.

DESPROTECCIÓN // Para Pascual, otro hándicap es la desprotección. “Si el ladrón agrede al agricultor no pasa nada, pero si es al revés... Lo peor que puede pasar ya no es que te roben, es que los pilles in fraganti. Todo son problemas”, lamentó. Alarmas, cámaras, vigilancia privada, seguros, vallado... Soluciones que se antojan poco efectivas. “Las alarmas, como el riego por goteo, las roban; y las vallas, las rompen. El campo es tan grande que no se le puede poner puertas”, dijo.

El representante agrario agregó que los seguros es imposible que lo cubran todo. “Si te saquean el ganado o la cosecha, es un gasto añadido. Se llevan de todo: animales, calabazas, melones... Nunca habíamos vivido tantos hurtos. Llevamos tres años así”, alertó.

Sobre futuras citas para abordar la problemática con el subdelegado del Gobierno, David Barelles, apuntó que no hay ninguna prevista, y “ya da servicio la unidad especial de vigilancia rural de la Guardia Civil Roca”. Mientras se busca remedio, el tema se intentará llevar a la reunión del sector más inminente, mañana, en Valencia, con el conseller de Agricultura, José Císcar. H