El recibo de la luz vuelve a subir pero no lo hace para todos los hogares por igual. Esta vez los grandes perjudicados van a ser los propietarios de las 40.265 segundas residencias que se contabilizan en la provincia. Este mes (las nuevas tarifas se publicaron en el BOE el pasado 1 de febrero), el Gobierno ha subido un 17,9% el término de potencia (la parte fija de la factura) y ha bajado un 6,9% el de energía eléctrica en las tarifas que desde el mes pasado denomina Precios Voluntarios para el Pequeño Consumidor, sustituyendo a la llamada Tarifa de Último Recurso (TUR). Con la resolución publicada, el precio del kilowatio de potencia contratada ha pasado de los 2,97 euros mensuales en los que se había fijado desde agosto del 2013 a 3,50 euros mensuales (más el 27,19% de impuestos indirectos).

En la práctica eso significa que los propietarios de segundas residencias pagarán, de media, unos 30 euros más al año, según los cálculos de las organizaciones de consumidores. Un ejemplo. Si hasta ahora en un piso de unos 80 metros y con una potencia media contratada el consumo mínimo de luz podía rondar los 15 euros mensuales, a partir de ahora esta misma tarifa ascenderá a unos 17,5 euros. Y eso sin contar el coste de la energía consumida durante el tiempo en el que la vivienda está habitada. En cuanto a la energía consumida, pasa de los 0,133295 euros por kWh establecidos este enero a 0,124107, una tarifa idéntica a la que el Gobierno estableció en agosto del 2013 para después subirla un 6,6% en cinco meses.

tarifas MÁS CARAs // Así, y según datos de las asociaciones de consumidores, la factura se ha encarecido un 65% en los últimos seis años para el usuario medio. O dicho de otra manera: en abril del 2007 la factura media de un hogar de la provincia era de 48,59 euros mensuales Hoy roza los 83. Y otro dato más, con un incremento del 65%, las familias de la provincia pagan cada mes 8 millones de euros más que hace seis años, a una media de 34 euros más por hogar. Y todo por el simple gesto de poner la lavadora, encender el lavavajillas o abrir la calefacción.

Ante las subidas de las tarifas mes sí y mes también, cada vez son más los consumidores que piden a la empresa suministradora una revisión a la baja de la potencia contratada. “Tras las últimas subidas de los peajes las eléctricas recibieron una oleada de peticiones por parte de particulares y pequeñas empresas para bajar la potencia contratada como fórmula para bajar el recibo de la luz”, argumentan desde Facua Consumidores en Acción.

En efecto, muchas pequeñas empresas y clientes decidieron bajar su potencia contratada. Pero la esta última subida deja casi sin efectos los intentos de cientos de consumidores y empresarios por ahorrar en la factura. “Este enésimo incremento de la luz golpea a quien consume poco y a todos aquellos que están haciendo un esfuerzo por ahorrar. Está claro que siempre pagan los mismos”, explican de la Organización de Consumidores de España (OCU).

LA FACTURA PROVINCIAL // Pero, ¿cuánto paga la provincia en concepto de recibo de la luz? Los datos que maneja el departamento de Energía del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y que hacen referencia al 2011(no hay datos más recientes) revelan que la factura eléctrica de Castellón asciende a 1.960 millones de euros al año. De los 4.245 gigavatio hora que consume la provincia, la industria acapara el 50%, mientras que el consumo doméstico representa el 22%. En el conjunto de la Comunitat valenciana, la factura eléctrica roza los 10.000 millones de euros, el 9,7% del PIB. H