Recuerdo aquella época de mi vida en la que tuve ocasión de conocer y de alguna manera relacionarme con ellos, seres humanos de una gran significación en Castellón, por su ascendencia familiar, por su profesión de alto nivel, por su vida que iba transcurriendo desde una posición que les hacía sobresalir y destacar sobre los demás. Y me ocurre esto que digo cuando, pasados tantos años, vuelvo a tener a mi lado la fotografía de una persona que me hace no solamente acordarme de él, sino que me impulsa a escribir sobre él con ilusión, de dedicarle una de mis páginas del periódico a modo de homenaje. Por mis visitas familiares a la avenida del Doctor Waksman de Valencia, me es habitual ahora el cruzar por la calle del Ingeniero Joaquín Benlloch y recordar su conversación entrañable de tiempos pasados. Entre la elección de un libro o de otro, me aseguraba que a él no le importaba demasiado la meta de su camino vital, sino los hechos, anécdotas, peripecias, servicios que vivía cada día tratando de cumplir así con sus obligaciones personales o profesionales, o sus deseos. Que lo importante era el momento en que vivimos. El ir haciendo camino día a día con dignidad. Y que ahí sí que hay que volcarse por entero.

SUS AMISTADES // Su amistad en la juventud de ambos con Ramón Serrano Suñer le enriqueció de un modo destacado, según me contaba. Y el pobre no se ha enterado que don Ramón, que fue nombrado alcalde honorario de Castellón en los primeros años cuarenta, su nombre ha sido ahora borrado de la memoria oficial por la iniciativa de algunos, aunque todavía sus memorias personales, varios de sus gestos, permanecen vivos entre muchos castellonenses. Por su vinculación con el puerto y su entrañable afición a la pesca con caña, don Joaquín Benlloch tuvo unos amigos en Castellón llamados los Alegret, con quienes emparentó a través de uno de sus hijos. Y Traver Tomás, Juan Traver, los Chillida, Porfirio Palacios, Vicente Altava y aquellos concejales sabuts con quienes alternó en el Ayuntamiento, Ángel Sánchez Gozalbo, Luis Revest, José Santa Cruz, el doctor Clará Piñol, el farmacéutico Benjamín Fabregat, casi todos protagonistas de una de mis páginas, por serlo de muchos sucesos en Castellón de tipo cultural o profesional y, en definitiva, por pertenecer de hecho a la memoria colectiva de los castellonenses. Algunos de esos personajes tienen por sus méritos el testimonio de una calle o una plaza en la ciudad a su nombre.

LA VIDA // Hijo de Joaquín Benlloch Valls y Luisa Martín Gerard, Joaquín fue el tercero de cuatro hermanos: Amparo y Luisa mayores que él, y el prestigioso cirujano Carlos, el pequeño de los cuatro. Todos nacieron en Valencia, Joaquín el 22 de julio de 1899. Con un nivel medio alto tanto en los estudios primarios como en el bachillerato, es en Madrid donde estudió la carrera de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Y allí conoció a Carmen Pérez Rubio, la que sería su novia y el 4 de mayo de 1929, se convirtió en su esposa. Así que el matrimonio se instaló en Zaragoza cuando el ingeniero tuvo su primer destino profesional, ingeniero de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Allí nació el hijo mayor, Quino, que con el tiempo ser convertiría en abogado. En Zaragoza se dio la circunstancia donde Benlloch trabó una gratísima amistad con Ramón Serrano Suñer, en el entorno de los nuevos abogados del Estado que movían al político.

En Ciudad Real, el segundo destino, la estancia fue muy fecunda. Ya que allí nacieron Chema --José María-- y Luis.

Como ingeniero titular de la delegación del Ministerio de Obras Públicas, con su familia llegó Joaquín Benlloch a Castellón en los años de la posguerra. Aquí nació Paloma, la cuarta. Y en Castellón es donde más tiempo estuvo la familia, fraguándose lo más granado de su vida adulta. Los cuatro hijos estudiaron en Castellón.

EL PUERTO // Como director del Puerto de Castellón alcanzó los mejores logros profesionales y particulares. Su cargo le permitió relacionarse con aquellos primeros alcaldes de la posguerra, especialmente con don Vicente Traver Tomás, cuando ejerció como teniente de alcalde entre aquel nutrido grupo de concejales que don Vicente nombró para suavizar la crispación que había producido la Guerra Civil. El ilustre alcalde, lo explicaba así:

-- Al elegir a los componentes del nuevo ayuntamiento, consideré que había que buscar personas no necesariamente especialistas en política municipal, pero sí un grupo de hombres cultos, inteligentes, íntegros, que tuvieran rectitud de juicio y amor a Castellón. Eran sus palabras.

Los hijos fueron creciendo y Quino, el abogado, se casó con Rosa Babiloni. Chema, corredor de comercio y notario, se casó con María Luz Vilar y tuvieron un hijo de vida hermosamente singular, Antonio, que se convirtió en monje de la Orden Mendicante y Contemplativa del Sacre Agnelle, cuyo objetivo mundano es el de proteger y ayudar a los más necesitados. Por su parte, Luis, médico ginecólogo, contrajo matrimonio con la nieta e hija de los médicos Alegret, Ana María, mientras Paloma, que permanece soltera, es diplomada en enfermería.

FINAL EN VALENCIA // Desde Castellón, Joaquín Benlloch fue elegido jefe de Obras Públicas de Valencia y regional de las tres provincias. Por sus méritos profesionales, en 1968 se le concedió la Gran Cruz del Mérito Civil. Pero es en la calle Caballeros de Castellón, en la casa que habían construido los Ros de Ursinos, donde la familia Benlloch pasó gran parte de la vida del ingeniero. A través de su presidente, Carlos G. Espresati, tuvo una gran vinculación con la Cofradía de la Sangre. También hay que recordar los veraneos familiares en El Prat de Lucena. Decía don Joaquín que quien vive cerca de la cornisa marítima, ha de buscar el contraste de la montaña. Y viceversa, claro. Al menos unas semanas al año.

A don Joaquín le hubiera gustado que yo recordara a quienes fueron presidentes del puerto en sus años de ingeniero director, tanto a Rafael Ribés Pla como a Enrique Martinavarro Grifo. Hecho está como él deseaba.

Jubilado en Valencia, el médico alcalde Adolfo Rincón de Arellano homenajeó a su paisano poniendo su nombre a una calle importante de la ciudad . La calle del Ingeniero Joaquín Benlloch.

Fue un personaje. H