El Banco de Santander ha remitido esta semana al juzgado número 4 de Primera Instancia de Castellón la documentación en la que rechaza la demanda de Francisco Guerrero de haber invertido sin su conocimiento pleno 1,5 millones de euros que había ganado en la Bonoloto en productos financieros tóxicos, de los que ya no queda prácticamente nada. En estos momentos, según explica José Sáez, de la firma de abogados Diego Muñoz Cobo, que lleva el caso, el proceso judicial sigue su camino, después de que el juez encontrara indicios suficientes de delito y admitiera la demanda de Guerrero.

Ahora, están a la espera de que la autoridad judicial determine la fecha para la audiencia previa, en la que participan abogados y procuradores. El siguiente paso será ya definir el día en el que el Banco de Santander sea juzgado por esta causa.

drama personal // Francisco Guerrero, albañil de profesión y expescador, ha explicado que obtuvo en el 2006 seis millones de euros de la Bonoloto, de los que casi tres se le “fueron” en inversiones en el sector del ladrillo y en desafortunadas operaciones con algunas entidades financieras. Fue el en año 2007 cuando acudió a la central del Santander en Castellón con el dinero que le quedaba y la única petición de no correr riesgos, pero en el 2009 descubrió que no le quedaba “casi nada”, indica.

Tras un calvario de años, según relata Francisco, en marzo de este año presentó la demanda contra el Santander que el juzgado ha admitido a trámite. Sabe que firmó “cosas”, pero aclara que todavía hoy no sabe qué son los fondos estructurados Tridente que se llevaron 1,5 millones. H