La campaña citrícola que acaba de cerrar sigue trayendo cola en la provincia. Los agricultores alertan de “precios irrisorios” en las liquidaciones, de incluso a 0,10 euros para el kilo de clemenules. Son palabras de Juan Carlos Gil, citricultor y presidente de la Associació Local d’Agricultors de Vinaròs, que engloba a unos 80 productores. Pero Gil advierte de que la situación no solo se ha dado en el norte de la provincia.

José Pascual Albiol, productor de Vila-real, señala que “ninguna cooperativa” (estas empresas copan aproximadamente la mitad de la producción de la provincia) “ha llegado a liquidar a 0,18 euros el kilo” y la media de las transacciones se ha situado entre 0,15 y 0,17 euros/kilo (en conjunto con los comercios privados).

A este respecto, el presidente de la patronal de empresas exportadoras de Castellón (Asociex), Jorge García, reconoce que los precios no han sido buenos, aunque las liquidaciones “son algo muy personal” y varían de unos casos a otros. García afirma que “mucha fruta” se ha llegado a pagar a 17, 18 y 20 céntimos de euros el kilo y que, con estos precios, los agricultores que han tenido producciones de 3.000 kilos por hanegada “sí han podido sacar algún beneficio”.

poco valor comercial // Eso sí, el máximo dirigente de las empresas citrícolas provinciales no esconde que esta campaña ha estado marcada “por fruta muy pequeña” y en algunos casos “tocada por el pedrisco”, y esto “ha marcado el precio a la baja”.

La mayoría de los citricultores castellonenses, así, no han podido cubrir los costes de producción (fijados para la clemenules en 0,24 euros el kilo). Como reflejan los dos albaranes de la imagen, ni la cooperativa (a la derecha y en este caso una de las principales de la provincia) ni el comercio privado (de la provincia de Valencia, a la izquierda), han llegado a precios como para cubrir costes. Ni siquiera una variedad temprana como la marisol, que no ha estado tan marcada por la sequía, ha alcanzado precios habituales en temporadas anteriores.

A la hora de cobrar, los citricultores lamentan que las cooperativas “están liquidando a precios de hace 50 años” y los comercios privados “han pagado lo que han querido”, asegura Gil. En los albaranes se pueden apreciar descuentos por fruta que no recibe ni un euro de cotización debido a calibres insuficientes o por ser de “segunda calidad”.

Albiol señala que las cooperativas han sido este año “un desastre” para los agricultores. Ambos, citricultores de profesión y con extensiones de más de 10 hectáreas, señalan que con lo recibido para este año tienen difícil alimentar a sus familias. H