A escasos días de la primera operación salida del verano, Castellón registra ya 10 muertes en carretera, el doble que en el mismo periodo del 2013, por culpa de la N-340. Una carretera que se mantendrá como punto negro en la operación especial de tráfico, con la prohibición al paso de vehículos pesados como única solución a la alta siniestralidad que sufre y sin previsión de desdoblarla.

De los 10 fallecimientos que contabiliza Tráfico en la red provincial hasta el 25 de junio, siete ocurrieron en la peligrosa carretera nacional. Además, estas siete víctimas mortales del primer semestre del 2014 en la llamada carretera de la muerte ya igualan en número a las que se produjeron en los 12 meses del 2013, como ayer publicó Mediterráneo.

El principal punto negro de la N-340 se encuentra en la primera parte de este año en les Alqueries, donde entre el 12 de febrero y el 1 de marzo murieron cinco personas en tres accidentes de tráfico, mientras que las otras dos víctimas perdieron la vida en siniestros ocurridos en enero a la altura de Peñíscola y la semana pasada en Alcalà de Xivert.

La vía continúa siendo de un único sentido y cobrándose vidas, a pesar de la continúa e histórica reivindicación de la sociedad civil, y también de los alcaldes de la Plana, para que la 340 se desdoble. El desvío de los camiones desde la pasada Semana Santa, que ya no pasan por esta vía entre Nules y Orpesa, es la única solución parcial que ha sido adoptada hasta ahora.

Por otra parte, baja la mortalidad por accidentes de tráfico en vías urbanas, con dos fallecimientos en 2014, frente a los tres del primer semestre del 2013. H