El barrio del Roserio de Castellón fue ayer el punto de encuentro de los taurinos de la provincia con más tradición. Alrededor de 400 personas acudieron a la tarde de vaquillas y toro embolado de la ganadería de Miguel Parejo en las calles Cinctorres, Canet lo Roig y Cap i Corp con motivo de las fiestas de Sant Antoni y para reivindicar una vez más la celebración de los tradicionales bous al carrer.

El alcalde de la ciudad, Alfonso Bataller, tampoco faltó a la cita reiterando su apoyo a los toros participando en un almuerzo de hermandad y acudiendo al bou al carrer junto al concejal de Cultura, Vicent Sales. Bataller destacó la importancia de estos festejos “que son una seña de identidad en nuestra tierra y que cuentan con miles de aficionados en nuestra ciudad”. “Tanto el Bou al Carrer como el toro en la plaza forman parte de nuestra cultura, de las tradiciones de la mayoría de nuestros vecinos y suponen también un dinamizador económico y turístico por la gran cantidad de aficionados que arrastran durante todo el año”, indicó.

Destacaba también la presencia de fieles aficionados taurinos que confirmaban su asistencia a la manifestación del próximo 15 de febrero en Castellón.

Es el caso de José Miguel Martínez Ros, más conocido como Marabello o Valencianet de les Alqueries, que portaba una bandera taurina personalizada con su apodo que luce desde hace 10 años, aunque aseguró ser aficionado desde hace 40 con sus 54 años. “Es una pasión que heredé de mis antepasados y que sigue mi hijo David”. “No queremos la crueldad de los animales, les respetamos”, dijo.

“Es una forma de vida. Me he criado con esto”, manifestaba Adrián Fernández, benicense de 32 años fiel aficionado conocido por salir a menudo a torear y recorrer los pueblos. Lo mismo defendía Daniels Norambuena, aficionado desde los 14 años.

El grupo lleva “unos 65 años” programando toros, según explicó el presidente de la comisión organizadora, Vicente Álvarez. H